Los especuladores toman ganancias y el crudo cede 3%

Tras rozar US$ 55 el barril, los tejanos occidentales fueron cediendo hasta 53,20 (-3%). Al cundir la impresión de que era un nivel insostenible, se vendió para hacer diferencia. Pero el dólar sigue débil y el euro vuelve a US$ 1,25.

18 octubre, 2004

Tras el cierre en Nueva York, había rebotes a US$ 53,57. Horas antes, en Londres, el Brent nórdico marcaba US$ 48,86, con 2,9% de retroceso. A primera vista, la reacción accionaria en Wall Street (los paneles subían de 0,15 a 1,15%) parecía muy cauta. Pero, como señalaban varios operadores, debe recordarse que el último día de septiembre, el WTO rozaba US$ 50 y todos hablaban de una crisis insostenible. Ahora, ese mismo indicador está más de tres dólares sobre esa cota.

Según algunos grandes intermediarios en la plaza de futuros, el mercado “se asustó” por los efectos adversos que el aumento de combustibles estaba causando en la economía norteamericanas. Por otra parte, circulaban rumores sobre un “acuerdo de caballeros” entre compañías y exportadores petroleros ligados a la familia Bush, dispuestas a frenar precios por lo menos hasta las elecciones. Pero nadie explicaba cómo podrían hacerlo.

Las señales que “asustaron” a los especuladores incluían la baja bursátil de la semana pasada, loas nuevos alcances que el impacto de los combustibles tiene en amplios sectores de actividad y la contracción de la demanda. Tanto de crudos como de refinados.

“Si ciertos indicadores económicos y monetarios evolucionan como temen los operadores petroleros, es probable que una parte del alza registrada desde junio se quede sin asidero”. Esta presunción del Australia New Zealand Bank era compartida anoche por expertos británicos, franceses y japoneses.

Naturalmente, pesaban –aunque no como solían hacerlo hasta hace algunos meses- palabras de Alan Greenspan. El presidente del Sistema de Reserva Federal, en efecto, dijo el viernes que el alza de valores petroleros había afectado notoriamente el producto bruto interno estadounidense”.

Pero hay otro factor: el endeudamiento federal llega a US$ 7,38 billones, límite autorizado por el Congreso. Si éste no lo eleva velozmente, pronto el gobierno no podrá solventar una larga serie de gastos. Entre ellos, compras de hidrocarburos destinados a la reserva estratégica. Ergo, Washington se retirará del mercado.

En este clima, varios consultores se pliegan a un nuevo libreto. Éste prescribe que, a US$ 55, el WTO estaba once dólares sobre mediados de septiembre. Por ende, tiende a volver a ese nivel (US$ 44 el barril) y quedarse en sus alrededores. Justamente, ése es el valor de los futuros largos para mediados de 2005. Si esas especulaciones son ciertas, se verá cuando empiecen a cotizarse –en pocos días- los futuros con entrega en diciembre.

Tras el cierre en Nueva York, había rebotes a US$ 53,57. Horas antes, en Londres, el Brent nórdico marcaba US$ 48,86, con 2,9% de retroceso. A primera vista, la reacción accionaria en Wall Street (los paneles subían de 0,15 a 1,15%) parecía muy cauta. Pero, como señalaban varios operadores, debe recordarse que el último día de septiembre, el WTO rozaba US$ 50 y todos hablaban de una crisis insostenible. Ahora, ese mismo indicador está más de tres dólares sobre esa cota.

Según algunos grandes intermediarios en la plaza de futuros, el mercado “se asustó” por los efectos adversos que el aumento de combustibles estaba causando en la economía norteamericanas. Por otra parte, circulaban rumores sobre un “acuerdo de caballeros” entre compañías y exportadores petroleros ligados a la familia Bush, dispuestas a frenar precios por lo menos hasta las elecciones. Pero nadie explicaba cómo podrían hacerlo.

Las señales que “asustaron” a los especuladores incluían la baja bursátil de la semana pasada, loas nuevos alcances que el impacto de los combustibles tiene en amplios sectores de actividad y la contracción de la demanda. Tanto de crudos como de refinados.

“Si ciertos indicadores económicos y monetarios evolucionan como temen los operadores petroleros, es probable que una parte del alza registrada desde junio se quede sin asidero”. Esta presunción del Australia New Zealand Bank era compartida anoche por expertos británicos, franceses y japoneses.

Naturalmente, pesaban –aunque no como solían hacerlo hasta hace algunos meses- palabras de Alan Greenspan. El presidente del Sistema de Reserva Federal, en efecto, dijo el viernes que el alza de valores petroleros había afectado notoriamente el producto bruto interno estadounidense”.

Pero hay otro factor: el endeudamiento federal llega a US$ 7,38 billones, límite autorizado por el Congreso. Si éste no lo eleva velozmente, pronto el gobierno no podrá solventar una larga serie de gastos. Entre ellos, compras de hidrocarburos destinados a la reserva estratégica. Ergo, Washington se retirará del mercado.

En este clima, varios consultores se pliegan a un nuevo libreto. Éste prescribe que, a US$ 55, el WTO estaba once dólares sobre mediados de septiembre. Por ende, tiende a volver a ese nivel (US$ 44 el barril) y quedarse en sus alrededores. Justamente, ése es el valor de los futuros largos para mediados de 2005. Si esas especulaciones son ciertas, se verá cuando empiecen a cotizarse –en pocos días- los futuros con entrega en diciembre.

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