Hubo alivio al cierre semanal del sube y baja
Toda la semana fue tumultuosa en el incesante juego de ups and downs practicado por las bolsas mundiales. El cierre del viernes fue bueno: además de la calma del fin de semana, hubo dos días consecutivos de ganancias en Wall Street, después del derrumbe de días anteriores.
13 agosto, 2011
<p>Los indicadores registran una baja de 2% al cierre del viernes después de los vaivenes de la semana, no muy lejos del punto desde donde habían comenzado el lunes.<br />
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Pero el alivio no puede disimular las malas noticias y las serias inquietudes. De un lado, la percepción de los consumidores sobre el estado de la economía es más baja que hace tres años, ya declarada la recesión.<br />
Del otro, la sensación de que el lunes recomenzará su movimiento la montaña rusa, y de que pasará bastante tiempo antes de retornar a algo parecido a la normalidad conocida. La volatilidad estará presente por mucho tiempo.<br />
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Es evidente que los mercados están más interconectados que nunca antes, y los nuevos jugadores hacen más pronunciadas las súbitas oscilaciones. Además, no se trata de una bolsa en particular. Todas las occidentales practican el mismo deporte, y en los países emergentes –en distinto grado- comienza a pasar lo mismo. <br />
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Pero Europa está en serio desorden – ya no es solamente Grecia, como lo demostró el reciente ataque especulativo contra varios bancos franceses-. Por su parte Estados Unidos, que estuvo a horas del default por la insensatez de sus dirigentes políticos, no tiene buenas credenciales en este momento.<br />
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De ambos lados del Atlántico, los inversionistas no encuentran refugio seguro. Algunos van al oro, o al franco suizo, incluso al yen. Pero la mayoría –aunque resulte extraordinario para algunos- recurre al dólar y a los bonos de la deuda estadounidense.<br />
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El Banco Central Europeo está comprando bonos públicos de Italia y España para calmar las aguas. Pero seguramente tendrá que redoblar el esfuerzo. En cuanto a la economía estadounidense todo indica que está empeorando y que hay posibilidades ciertas de ingresar en una nueva recesión.<br />
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En Nueva York, los ojos están puestos sobre Europa. Creen que esta vez no se repetirá lo de Lehman Brothers que diseminó la crisis desde EE.UU. Piensan que en esta oportunidad la enfermedad se propaga desde las costas europeas hacia el otro lado del océano.</p>
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