Hipotecas usurarias: bonistas perderían US$ 75.000 millones

Inversores y ahorristas que financiaron la burbuja inmobiliaria empiezan a pagar por los platos rotos. El récord de hipotecas subordinadas (eufemismo por usurarias) para malos deudors afecta a US$ 75,000 millones en títulos dependientess.

26 abril, 2007

Asì estima Pacific Investment Management, que administra la mayor cartera mundial de bonos. En efecto, la deuda titulizada con hipotecas usurarias (su total nominal asciende a US$ 450.000 millones) puede haberse desagiado en 17%. El cálculo proviene de Merrll Lynch.

BlackRock, Alliance-Bernstein y Franklin Tempeleton figuran entre grandes fondos vulnerables, pues inversores institucionales y público han ido substituyendo a bancos y otras fuentes normales de financiamiento. A mediados de mes, circulaban alrededor de US$ 6 billones en bonos hipotecarios, casi el doble del “stock” en letras de la Tesorería federal.

“Ahorristas e inversores, no bancos, afrontarán enormes pérdidas”, advierte un informe de Scott Simon, una cartera que maneja US$ 250,000 millones en bonos titulizados y es subsidiaria del grupo muniqués Allianz. Por ejemplo, en un solo municipio californiano (Riverside) los quebrantos sumaban 6.100 en el primer trimestre, vale decir tres vecss más que un año antes.

¿Qué había ocurrido? Sencillamente, que Lehman Brothers Holdings –cuarta firma de valores en el paìs- empleó préstamos tomados en Riverside como colaterales para US$ 1.500 millones en bonos, colocados en enero de 2006. Se trataba de chatarra ligada a intereses de hipotecas usurarias (tres a cinco puntos sobre los normales). Muchos acabaron restituyendo, en octubre, apenas 63 centavos por cada dólar comprometido, esto es 37% de desagio.

La bicicleta montada por Lehman Brothers implicó a BlackRock (Nueva York, una cartera de un billón) y Alliance-Bernstein, que mueve US$ 725.000 millones. No precisamente “chiquitaje”. También quedó pegado Franklin Templeton, que administra US$ 565.000 millones.

Asì estima Pacific Investment Management, que administra la mayor cartera mundial de bonos. En efecto, la deuda titulizada con hipotecas usurarias (su total nominal asciende a US$ 450.000 millones) puede haberse desagiado en 17%. El cálculo proviene de Merrll Lynch.

BlackRock, Alliance-Bernstein y Franklin Tempeleton figuran entre grandes fondos vulnerables, pues inversores institucionales y público han ido substituyendo a bancos y otras fuentes normales de financiamiento. A mediados de mes, circulaban alrededor de US$ 6 billones en bonos hipotecarios, casi el doble del “stock” en letras de la Tesorería federal.

“Ahorristas e inversores, no bancos, afrontarán enormes pérdidas”, advierte un informe de Scott Simon, una cartera que maneja US$ 250,000 millones en bonos titulizados y es subsidiaria del grupo muniqués Allianz. Por ejemplo, en un solo municipio californiano (Riverside) los quebrantos sumaban 6.100 en el primer trimestre, vale decir tres vecss más que un año antes.

¿Qué había ocurrido? Sencillamente, que Lehman Brothers Holdings –cuarta firma de valores en el paìs- empleó préstamos tomados en Riverside como colaterales para US$ 1.500 millones en bonos, colocados en enero de 2006. Se trataba de chatarra ligada a intereses de hipotecas usurarias (tres a cinco puntos sobre los normales). Muchos acabaron restituyendo, en octubre, apenas 63 centavos por cada dólar comprometido, esto es 37% de desagio.

La bicicleta montada por Lehman Brothers implicó a BlackRock (Nueva York, una cartera de un billón) y Alliance-Bernstein, que mueve US$ 725.000 millones. No precisamente “chiquitaje”. También quedó pegado Franklin Templeton, que administra US$ 565.000 millones.

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