Greenspan es optimista, pero formula algunas advertencias

El presidente del Sistema de Reserva Federal (SRF) desecha temores sobre desaceleración económica. Advierte que seguira al alza de tasas, para neutralizar riesgos inflacionarios, pero no dice palabra sobre Afganistán, Irak y sus costos.

10 junio, 2005

En su primer comentario extenso sobre temas económicos y financieros desde febrero, el alto funcionario próximo a jubilarse sólo ve signos alarmantes en “la burbuja inmobiliaria que se vive en buena parte de Estados Unidos”. A su juicio –invariablemente optimista desde 2003-, la economía en general “parece sana y probablemente continúe así”.

“Pese a algunos riesgos sectoriales, la situación es firme y la inflación larvada está bajo control”, sostuvo ante la comisión económica bicameral. Al respecto, recordó que, en la reunión de mayo, el comite de política monetaria del SRF reiteraba su tendencia a la mesura. Por tanto, “continuarán los ajusets en tipos de interés referenciales”.

Greenspan no coincide con los analistas, dentro y fuera de Wall Street, que detectan señales de desaceleramiento en la industria y las asocian a periódicos retrocesos en recreación de empleo. “Los últimos datos –cree el jefe del SRF- indican que ciertos síntomas de debilidad, notados en marzo y abril, no presagiaban un serio reflujo de la actividad”.

Las letras de Tesoería y el dólar avanzaron levement, como efecto del testimonio parlamentario del banquero. Por lo mismo, los analistas esperan que el ajuste de tasas básicas siga a razón de 0,25%, lo cual proyecta un nivel de 4% a fin de año. “Greenspan está diciéndonos que no abandonará su política restrictiva en materia de crédito”, señala un informe de ABN Amro New York.

Las especulaciones sobre suspensión de ajustes periódicos se relacionaban con opiniones de Richard Fisher, flamante presidente de la RF Dallas. El funcionario apeló a una confusa metáfora beisbolera y creó la impresión de que el próximo ajsute de intereses básicos –a resolvern entre el 29 y el 30- sería el último.

En otro plano, observadores políticos han reparado en un detalle que confirma el “optimiso fundamentalista” de Greenpan y el nuevo jefe de asesores presidenciales, Benjamin Bernanke, como estrategia dictada desde la Casa Clanca. En efecto, ninguno de ambos parece ya procupado por el imparable déficit fiscal ni su factor clave, los gastos militares asociados a Irak y Afganistán, donde la situación triened a empeorar.

En su primer comentario extenso sobre temas económicos y financieros desde febrero, el alto funcionario próximo a jubilarse sólo ve signos alarmantes en “la burbuja inmobiliaria que se vive en buena parte de Estados Unidos”. A su juicio –invariablemente optimista desde 2003-, la economía en general “parece sana y probablemente continúe así”.

“Pese a algunos riesgos sectoriales, la situación es firme y la inflación larvada está bajo control”, sostuvo ante la comisión económica bicameral. Al respecto, recordó que, en la reunión de mayo, el comite de política monetaria del SRF reiteraba su tendencia a la mesura. Por tanto, “continuarán los ajusets en tipos de interés referenciales”.

Greenspan no coincide con los analistas, dentro y fuera de Wall Street, que detectan señales de desaceleramiento en la industria y las asocian a periódicos retrocesos en recreación de empleo. “Los últimos datos –cree el jefe del SRF- indican que ciertos síntomas de debilidad, notados en marzo y abril, no presagiaban un serio reflujo de la actividad”.

Las letras de Tesoería y el dólar avanzaron levement, como efecto del testimonio parlamentario del banquero. Por lo mismo, los analistas esperan que el ajuste de tasas básicas siga a razón de 0,25%, lo cual proyecta un nivel de 4% a fin de año. “Greenspan está diciéndonos que no abandonará su política restrictiva en materia de crédito”, señala un informe de ABN Amro New York.

Las especulaciones sobre suspensión de ajustes periódicos se relacionaban con opiniones de Richard Fisher, flamante presidente de la RF Dallas. El funcionario apeló a una confusa metáfora beisbolera y creó la impresión de que el próximo ajsute de intereses básicos –a resolvern entre el 29 y el 30- sería el último.

En otro plano, observadores políticos han reparado en un detalle que confirma el “optimiso fundamentalista” de Greenpan y el nuevo jefe de asesores presidenciales, Benjamin Bernanke, como estrategia dictada desde la Casa Clanca. En efecto, ninguno de ambos parece ya procupado por el imparable déficit fiscal ni su factor clave, los gastos militares asociados a Irak y Afganistán, donde la situación triened a empeorar.

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