Fraude internacional contra nueve bancas
Bancos víctimas de fraude metalúrgico que podría costarles no menos de US$ 1.000 millones
16 mayo, 2002
JP Morgan Chase, FleetBoston Financial, PNC Financial Services
Group, KBC Bank (holandesa), HypoVereinsbank, Dresdner
Bank Lateinamerika, Deutsche Bank (alemanas), China Trust Bank
y General Bank fueron víctimas de un fraude metalúrgico
que podría costarles no menos de US$ 1.100 millones. Así lo confirmaron
funcionarios judiciales.
La fiscalía de Nueva York procesa a cuatro personas, que manejaban un
grupo de firmas, acusadas de organizar "una compleja maniobra de alcances
internacionales", según comunicado oficial. Los detenidos se dedicaban
ostensiblemente a intermediar entre proveedores de metales y usuarios, en un
compleja operación que incluía documentos, efectivo y hasta tarjetas.
Las compañías arreglaban los embarques y daban financiamiento
temporario a los clientes.
En los últimos años, subscribieron créditos con varios
bancos, que les daban acceso a cientos de millones de dólares. A partir
de mayo de 2000, pusieron en marcha un sistema para quedarse con esos préstamos,
inventando compraventas de metales que actuaban como sustento de los créditos,
fabricando conocimientos de embarque y generando existencias ficticias.
PNC ha admitido pérdidas por US$ 50 millones, monto que JP
Morgan achica a US$ 2.700,000 y FleetBoston eleva el suyo a US$ 70
millones. Por su parte, la fiscalía neoyorquina sospecha que los quebrantos
son muy superiores y, además, aún faltan datos de seis bancos.
JP Morgan Chase, FleetBoston Financial, PNC Financial Services
Group, KBC Bank (holandesa), HypoVereinsbank, Dresdner
Bank Lateinamerika, Deutsche Bank (alemanas), China Trust Bank
y General Bank fueron víctimas de un fraude metalúrgico
que podría costarles no menos de US$ 1.100 millones. Así lo confirmaron
funcionarios judiciales.
La fiscalía de Nueva York procesa a cuatro personas, que manejaban un
grupo de firmas, acusadas de organizar "una compleja maniobra de alcances
internacionales", según comunicado oficial. Los detenidos se dedicaban
ostensiblemente a intermediar entre proveedores de metales y usuarios, en un
compleja operación que incluía documentos, efectivo y hasta tarjetas.
Las compañías arreglaban los embarques y daban financiamiento
temporario a los clientes.
En los últimos años, subscribieron créditos con varios
bancos, que les daban acceso a cientos de millones de dólares. A partir
de mayo de 2000, pusieron en marcha un sistema para quedarse con esos préstamos,
inventando compraventas de metales que actuaban como sustento de los créditos,
fabricando conocimientos de embarque y generando existencias ficticias.
PNC ha admitido pérdidas por US$ 50 millones, monto que JP
Morgan achica a US$ 2.700,000 y FleetBoston eleva el suyo a US$ 70
millones. Por su parte, la fiscalía neoyorquina sospecha que los quebrantos
son muy superiores y, además, aún faltan datos de seis bancos.