Estados Unidos: otra vez el sector inmobiliario en apuros
Una nueva caída casi sin precedentes en materia de unidades residenciales genera temores de vulnerabilidad en la actividad y la economía. En julio, las ventas cedieron 27,5% a 3.830.000 anuales, según la asociación nacional de agentes inmobiliarios.
25 agosto, 2010
<p>El retroceso de transacciones se dio pese a que los precios de viviendas fuesen en descenso desde junio. A criterio de la National Realtors Associacion, el contraste evidencia un público remiso a volver al mercado y denota síntomas de recesión no sólo sectorial sino en toda la economía. Así lo trasunta la baja en la tasa desestacionalizada que, señala la entidad, es la más pronunciada desde que existe la estadística (1999).<br />
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Naturalmente, se esperaba que el fin de las desgravaciones a las clases media y media baja, para comprar viviendas (a precios entre US$ 100.00 a 250.000), operada en enero, atenuase la tendencia a seguir gastando en el rubro. Pero no al punto manifestado por el informe mensual de la NRA. El descenso de ventas y su correlato, el aumento de unidades sin colocar (2,5%, o sea a cuatro millones), augura otro retroceso de precios, quebrando la relativa estabilidad lograda en 2009, luego de la crisis de malas hipotecas iniciada en 2006.<br />
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Un desempleo que no afloja de 10% en escala federal y salarios que no crece como debiera, o sea al ritmo de la productividad, deteriora la tendencia a gastar por parte de la burguesía urbana y no sólo de los consumidores. Por ende, los bienes raíces son síntoma, no causa. “Una caída paralela de demanda y precios inmobiliarios pueden desencadenar otra recesión, ahora de 5%, sobre puesta al 35% de 2006/09”, advierte la consultoría Capital Economics.<br />
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Esos signos en el mercado residencial surgen precisamente cuando los analistas en general rebajan pronósticos de expansión en el producto bruto interno, ventas mayoristas y compras de bienes durables. “Esta vez –apunta CE-, los potenciales adquirentes de viviendas no tiene trabajo, carecen de ahorros (viejo defecto de la economía norteamericana) o temen otra contracción inmobiliaria”. Entonces, “especulan con una ulterior baja de precios nominales”, señala otra consultoría, IHS Global Insight. En este contexto, “el desinfle de tasas hipotecarias no ha hecho ni hará mucho por estimular la demanda. Por de pronto, el tipo a treinta años cedió bajo un récord, 4,5% anual, sin generar demanda”.<br />
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