Estados Unidos: ¿finalmente se enfría la demanda del público?

Aunque se los llame “preliminares”, lo cierto es que surgen signos de retracción en el consumo de los norteamericanos. Por ende, varios analistas no saben a ciencia cierta si habrá repunte o se profundizará la desaceleración económica.

16 mayo, 2007

Durante el IV trimestre de 2006 y el primero de 2007, la demanda aumentó respectivamente a razón de 4 y 3,5% anual. Esta diferencia y otras señales hacen sospechar al sector minorista que cunden síntomas de contracción en el consumo y el enfriamiento forma parte del horizonte para el segundo semestre.

Gran parte del problema radica en el laza de los combustibles. En algunas parte del país, la nafta común pasa ya de un dólar por litro y la especial roza 1,15. Entretanto, la oferta de empleo vuelve a debilitarse. Pero algunos se consuelan porque el estamento alto y medio alto que invierte en acciones seguía obteniendo ganancias y éstas compensaban el desimfle del mercado inmobiliario.

Pero las ventas de las grandes cadenas minoristas resultaron decepcionantes en abril y, según una firma privada, cedieron 4% respecto de marzo. Por otra parte, históricamente la incidencia de la especulación bursátil en los ingresos familiares ha sido baja y sólo Wall Street la toma en consideración.

Por supuesto, algunos gurúes incluyen las inclemencias del tiempo o el aumento de naftas entre los factores negativos, aunque los creen puramente coyunturales. Pero, en la segunda quincena de abril y la primera de mayo, las ventas acentuaron el retroceso, con pronóstico reservado para todo mayo. Todo esto es relevante porque la demanda del público representa casi 70% del gasto nacional global.

Durante el IV trimestre de 2006 y el primero de 2007, la demanda aumentó respectivamente a razón de 4 y 3,5% anual. Esta diferencia y otras señales hacen sospechar al sector minorista que cunden síntomas de contracción en el consumo y el enfriamiento forma parte del horizonte para el segundo semestre.

Gran parte del problema radica en el laza de los combustibles. En algunas parte del país, la nafta común pasa ya de un dólar por litro y la especial roza 1,15. Entretanto, la oferta de empleo vuelve a debilitarse. Pero algunos se consuelan porque el estamento alto y medio alto que invierte en acciones seguía obteniendo ganancias y éstas compensaban el desimfle del mercado inmobiliario.

Pero las ventas de las grandes cadenas minoristas resultaron decepcionantes en abril y, según una firma privada, cedieron 4% respecto de marzo. Por otra parte, históricamente la incidencia de la especulación bursátil en los ingresos familiares ha sido baja y sólo Wall Street la toma en consideración.

Por supuesto, algunos gurúes incluyen las inclemencias del tiempo o el aumento de naftas entre los factores negativos, aunque los creen puramente coyunturales. Pero, en la segunda quincena de abril y la primera de mayo, las ventas acentuaron el retroceso, con pronóstico reservado para todo mayo. Todo esto es relevante porque la demanda del público representa casi 70% del gasto nacional global.

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