Escándalos italianos: el gobierno quiere la renuncia de Fazio

Una reunión entre el presidente Carlo Azeglio Ciampi, el “premier” Silvio Berlusconi, el vice Giulio Tremonti y el canciller Gianfranco Fini planteó la dimisión de Antonio Fazio. El jefe del banco central pidió auxilio al Vaticano.

8 septiembre, 2005

Este último gesto, digno de una comedia italiana, pone en ridículo a Fazio. El aún presidente de Banca d’Italia estaba ya cuestionado por el Banco Central Europeo y los gobiernos holandés y español. Por otro lado, la justicia lo investiga por maniobras de Unipol –para apoderarse de Banca Nazionale del Lavoro- y de Banca Popolare Italiana, para quedarse con Banca Antoniana Popolare Veneta.

La reciente reunión informal entre Jean-Claude Trichet, presidente del BCE, y casi todo su directorio con Fazio fue un virtual proceso a la turbia gestión y las maniobras del italiano. Ahora, al involucrar la Santa Sede, el tenaz funcionario hace recordar que el primer escándalo financiero de la república unida, hace 120 años, involucraba Banca Romana, hasta 1870 la entidad financiera del papado. De paso, el peor escándalo dei siglo XX lo protagonizaron el Instituto de Obras Religiosas y su títere, Banca Ambrosiana.

“El sistema financiero europeo pierde fiabilidad si se toleran irregularidades como las que han perjudicado a entidades serias”. Así sostuvo Nout Wellink, colega holandés de Fazio, haciendo mención a ABN Amro y Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA). “Ahora –apuntó Trichet, experto en escándalos bancarios- esperamos una decisión de la Comisión Europea” (por ejemplo, bloquear los intentos de Unipol y BPI).

Puesto de otro modo, el emisor de la Eurozona ya no confía en Banca d’Italia y prefiere seguir de cerca las acciones judiciales iniciadas en Roma y Milán. Por supuesto, Holanda y España ya habían planteado ante la CE reclamos por las gruesas irregularidades en torno de AntonVeneta y BNL. Eso convenció a Berlusconi, Tremonti, Fini y Umberto Bossi de que había llegado el momento de soltarlo a Fazio, a quien ahora sólo apoyan dirigentes ligados al Vaticano.

Las OPA salidas casi de la nada, lanzadas por grupos como Unipol (Giovanni Consorte) y Banca Popolare Italiana (Giampiero Fiorani y asociados) son mal vistas por demasiadas instancias. No obstante, medios en Italia y Argentina insisten en que Unipol tiene luz verde para apoderarse de BNL. No lo creen así la Commissione nazionale per società e borse (Consob), los fiscales ni los comisarios europeos de finanzas (Charles McCreevy) y competencia (Nellie Kroes).

Durante el encuentro de bancos centrales en Fráncfort, hubo también serias críticas de Portugal, Austria, Alemania e Irlanda. Todo eso mientras, en Roma, los fiscales ampliaban diligencias sobre documentos firmados por Fazio. En lo fundamental, la justicia cuestiona la legitimidad de actos y disposiciones del alto funcionario, que beneficiaron a Consorte-Unipol y Fiorani-BPI. Junto con Fazio, figuran en las actuaciones varios ejecutivos del banco central.

En vísperas de un encuentro entre ministros de Hacienda de la Eurozona, Roma no quiere comprometerse más. Por de pronto, Tremonti le ha pedido a Fazio no acudir a esa reunión ministerial, aunque el inminente “renunciado” insista en hacerlo. Algunos no descartan que también caiga Domenico Siniscalco, titular de Economía. Entretanto, surge otro problema: en manos de Consorte y Fiorani, BNL y AntonVeneta no valdrán dada en la bolsa.

Este último gesto, digno de una comedia italiana, pone en ridículo a Fazio. El aún presidente de Banca d’Italia estaba ya cuestionado por el Banco Central Europeo y los gobiernos holandés y español. Por otro lado, la justicia lo investiga por maniobras de Unipol –para apoderarse de Banca Nazionale del Lavoro- y de Banca Popolare Italiana, para quedarse con Banca Antoniana Popolare Veneta.

La reciente reunión informal entre Jean-Claude Trichet, presidente del BCE, y casi todo su directorio con Fazio fue un virtual proceso a la turbia gestión y las maniobras del italiano. Ahora, al involucrar la Santa Sede, el tenaz funcionario hace recordar que el primer escándalo financiero de la república unida, hace 120 años, involucraba Banca Romana, hasta 1870 la entidad financiera del papado. De paso, el peor escándalo dei siglo XX lo protagonizaron el Instituto de Obras Religiosas y su títere, Banca Ambrosiana.

“El sistema financiero europeo pierde fiabilidad si se toleran irregularidades como las que han perjudicado a entidades serias”. Así sostuvo Nout Wellink, colega holandés de Fazio, haciendo mención a ABN Amro y Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA). “Ahora –apuntó Trichet, experto en escándalos bancarios- esperamos una decisión de la Comisión Europea” (por ejemplo, bloquear los intentos de Unipol y BPI).

Puesto de otro modo, el emisor de la Eurozona ya no confía en Banca d’Italia y prefiere seguir de cerca las acciones judiciales iniciadas en Roma y Milán. Por supuesto, Holanda y España ya habían planteado ante la CE reclamos por las gruesas irregularidades en torno de AntonVeneta y BNL. Eso convenció a Berlusconi, Tremonti, Fini y Umberto Bossi de que había llegado el momento de soltarlo a Fazio, a quien ahora sólo apoyan dirigentes ligados al Vaticano.

Las OPA salidas casi de la nada, lanzadas por grupos como Unipol (Giovanni Consorte) y Banca Popolare Italiana (Giampiero Fiorani y asociados) son mal vistas por demasiadas instancias. No obstante, medios en Italia y Argentina insisten en que Unipol tiene luz verde para apoderarse de BNL. No lo creen así la Commissione nazionale per società e borse (Consob), los fiscales ni los comisarios europeos de finanzas (Charles McCreevy) y competencia (Nellie Kroes).

Durante el encuentro de bancos centrales en Fráncfort, hubo también serias críticas de Portugal, Austria, Alemania e Irlanda. Todo eso mientras, en Roma, los fiscales ampliaban diligencias sobre documentos firmados por Fazio. En lo fundamental, la justicia cuestiona la legitimidad de actos y disposiciones del alto funcionario, que beneficiaron a Consorte-Unipol y Fiorani-BPI. Junto con Fazio, figuran en las actuaciones varios ejecutivos del banco central.

En vísperas de un encuentro entre ministros de Hacienda de la Eurozona, Roma no quiere comprometerse más. Por de pronto, Tremonti le ha pedido a Fazio no acudir a esa reunión ministerial, aunque el inminente “renunciado” insista en hacerlo. Algunos no descartan que también caiga Domenico Siniscalco, titular de Economía. Entretanto, surge otro problema: en manos de Consorte y Fiorani, BNL y AntonVeneta no valdrán dada en la bolsa.

Compartir:
Notas Relacionadas

Suscripción Digital

Suscríbase a Mercado y reciba todos los meses la mas completa información sobre Economía, Negocios, Tecnología, Managment y más.

Suscribirse Archivo Ver todos los planes

Newsletter


Reciba todas las novedades de la Revista Mercado en su email.

Reciba todas las novedades