Es muy posible que el dólar no reine muchos años más

La moneda estadounidense sigue pareciendo fuerte pero sus debilidades se acumulan. Es posible que el mundo avance no en dirección a una moneda única sino a bloques de monedas.

30 agosto, 2022

El valor del dólar frente a otras monedas importantes está ahora 20% por encima de su tendencia de largo plazo y también supera el pico al que llegara en 2001. Desde la década del 70 el ciclo alcista del dólar viene durante unos siete años; el actual repunte del ciclo del dólar se encuentra en su año número 11.

Si un déficit de cuenta corriente supera en forma persistente el 5% del PBI, es una clara señal de que se avecinan problemas financieros. El análisis y las opiniones pertenecen al presidente de Rockefeller International, Ruchir Sharma.

El déficit de la cuenta corriente norteamericana se encuentra ahora cerca de ese umbral de 5%, que solo fue superado una vez desde 1960, durante la caída del dólar después de 2001. Las naciones ven que sus monedas se debilitan cuando el resto del mundo deja de confiar en que puedan pagar sus deudas.

Actualmente, Estados Unidos le debe al mundo US$ 18 billones (millones de millones), o 73% de su PBI, mucho más del umbral de 50% que en varias veces en el pasado presagió crisis monetarias.

Además, dice Sharma, los inversores tienden a apartarse del dólar cada vez que la economía norteamericana se desacelera frente al resto del mundo. En los últimos años, Estados Unidos creció a mayor velocidad que la media de otras economías desarrolladas, pero en los próximos es muy posible que crezca menos. Desde el siglo 15 se viene repitiendo el mismo patrón.

Los últimos cinco imperios globales han emitido la moneda de reserva mundial – o sea, la más usada por otros países – durante un promedio de 94 años. El dólar ha mantenido su estatus de reserva durante más de 100 años, de modo que su reino ya es más viejo que la mayoría. Se vio reforzado por las debilidades de sus rivales. El euro se debilitó por repetidas crisis financieras y el renminbi es controlado fuertemente por un régimen autoritario.

No obstante, las alternativas vienen ganando terreno. Además de las cuatro grandes monedas – las de Estados Unidos, Europa, Japón y Gran Bretaña – está la categoría de “otras monedas”, que incluye el dólar canadiense y australiano, el franco suizo y el renminbi. Todas ellas representan ahora 10% de las reservas globales. En 2001 representaban 2%. Ese aumento se produjo a expensas del dólar.

Las monedas digitales, aunque golpeadas por el momento, se mantienen como una alternativa futura. A la vez, el impacto que han tenido las sanciones norteamericanas a Rusia en un mundo dolarizado provoca que muchos países estén buscando alternativas.

Es posible entonces que el próximo paso se dé no en dirección a una moneda única sino a bloques de monedas. Las grandes economías del sudeste asiático están realizando sus operaciones entre sí evitando el dólar. Los bancos centrales en Asia y Medio Oriente están creando líneas bilaterales de intercambio de divisas, también con la intención de reducir la dependencia del dólar.

En la era puntocom, el dólar parece beneficiarse de su estatus de refugio seguro, pero los inversores no están comprando activos norteamericanos. Esto no es un voto de confianza en la economía norteamericana. De modo que el dólar no es tan fuerte como parece.

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