¿Empieza la cuenta regresiva? Echan a Spector de Bear Stearns

Warren Spector abandonó la copresidencia del grupo “Bear Stears companies”. Esto resulta de pérdidas financieras, cierre de fondos especulativos y caída de confianza entre los clientes. A su vez, todo resulta de la crisis hipotecaria.

6 agosto, 2007

El directorio de la quinta firma norteamericana de valores (lo de “companies” es un adorno en boga) resolvió que Alan Schwartz quede por ahora como único presidente no ejecutivo, quizá para disponer de otro fusible importante. Spector manejaba bonos y activos conexos pero, ante todo, era el “príncipe heredero” de James Caybnem, presidente ejecutivo del castigado grupo.

Bear Stearns, fundada en 1923, ha perdido 33% de capitalización bursátil en cuanto va del año. Varios analistas independientes ahora cuestionan el manejo de la firma neoyorquina. Aunque, el viernes, Cayne insistiese en que BS seguía siendo sólida y rentable, Standard & Poor’s opinaba otra cosa.

Este fin de semana, la agencia calificadora dio a entender que estudiaba degradas la deuda del grupo. Motivos: menos utilidades operativas, más pérdidas en títulos respaldados por hipotecas residenciales y el colapso de tres fondos de cobertura en dos semanas.

Spector estaba a cargo de los negocios en mayores dificultades, señalan algunos consultores que ahora recomiendan vender acciones de BS. El despido del ejecutivo cayó mal en Wall Street, no por la persona en sí, sino porque el mercado cree que lo han convertido en chivo emisario. Parece en verdad un intento de Cayne para eludir responsabilidades propia y de la cúpula societaria.

En síntesis, una parte del mercado apuesta al retiro de Cayne. Queda, claro, un tendal: el cese de pagos entre hipotecas titulizadas terminó julio en el máximo desde 1998. En el caso de BS, se han asignado US$ 1.300 millones a enjugar pérdidas a corto plazo de los tres fondos suspendidos.

El directorio de la quinta firma norteamericana de valores (lo de “companies” es un adorno en boga) resolvió que Alan Schwartz quede por ahora como único presidente no ejecutivo, quizá para disponer de otro fusible importante. Spector manejaba bonos y activos conexos pero, ante todo, era el “príncipe heredero” de James Caybnem, presidente ejecutivo del castigado grupo.

Bear Stearns, fundada en 1923, ha perdido 33% de capitalización bursátil en cuanto va del año. Varios analistas independientes ahora cuestionan el manejo de la firma neoyorquina. Aunque, el viernes, Cayne insistiese en que BS seguía siendo sólida y rentable, Standard & Poor’s opinaba otra cosa.

Este fin de semana, la agencia calificadora dio a entender que estudiaba degradas la deuda del grupo. Motivos: menos utilidades operativas, más pérdidas en títulos respaldados por hipotecas residenciales y el colapso de tres fondos de cobertura en dos semanas.

Spector estaba a cargo de los negocios en mayores dificultades, señalan algunos consultores que ahora recomiendan vender acciones de BS. El despido del ejecutivo cayó mal en Wall Street, no por la persona en sí, sino porque el mercado cree que lo han convertido en chivo emisario. Parece en verdad un intento de Cayne para eludir responsabilidades propia y de la cúpula societaria.

En síntesis, una parte del mercado apuesta al retiro de Cayne. Queda, claro, un tendal: el cese de pagos entre hipotecas titulizadas terminó julio en el máximo desde 1998. En el caso de BS, se han asignado US$ 1.300 millones a enjugar pérdidas a corto plazo de los tres fondos suspendidos.

Compartir:
Notas Relacionadas

Suscripción Digital

Suscríbase a Mercado y reciba todos los meses la mas completa información sobre Economía, Negocios, Tecnología, Managment y más.

Suscribirse Archivo Ver todos los planes

Newsletter


Reciba todas las novedades de la Revista Mercado en su email.

Reciba todas las novedades