¿Elevará la Reserva Federal de 3,75 a 4% el tipo básico?

Sería el duodécimo aumento seguido desde julio de 2004. El comité de política monetaria no ha dado indicio de que piense atenuar el ritmo de ajuste este año. Ahora, muchos se preguntan qué hará la reunión del 1° de noviembre, penúltima de 2005.

14 octubre, 2005

Hasta principios de octubre, por cierto, ese cuerpo continuaba vislumbrando riesgos inflacionarios moderados y, por ello, mantenía los retoques en 25 puntos básicos cada uno. Eso presupone alcanzar fin de año –median dos reuniones- con los tipos básicos en 4,25% anual. Por de pronto, el actual (3,75%) es un máximo en cuatro años.

Por cierto, la Reserva Federal, particularmente Alan Greenspan –su presidente a punto de jubilarse-, insisten en que la reactivación económica (fenómeno que exageran desde mediados de 2004) exige ir elevando las tasas básicas. Hace quince meses, habían sido rebajadas a 1% anual, el mínimo desde julio de 1958. Como la sapiencia convencional imperante asocia repunte económico con más empleo y, por ende, menor productividad, los tipos referenciales han ido pasando de aquel piso a este techo.

“El gasto agregado, pese a los precios de combustibles, parece haberse fortalecido desde marzo. Aparte, la demanda laboral sigue mejorando gradualmente el mercado”. En la visión del comité monetario, ambos factores –especialmente el segundo- son potencialmente inflacionarios. Igual que Wall Street, por otra parte, los directores de la RF no creen que los huracanes Katrina y Rita sean muy perjudiciales para el producto bruto interno.

En verdad, hasta agosto una serie de estadísticas parecía indicar que la economía norteamericana sostenía un moderado crecimiento, pese a los récords petroleros, las naftas caras y el aumento de tasas en créditos a corto plazo. No obstante, el producto bruto interno se expandía a razón de un moderado 3,6% anual en el segundo trimestre. Pero ahora el Fondo Monetario teme que esa cifra ceda a 3,3%.

Ahora bien ¿y Greenspan? Como siempre, confundiendo a los mercados especulativos. Esta vez, con una observación tras el retoque de octubre: “mientras las tasas básicas alcanzan 3,75% anual, las largas (para el caso, la de bonos de Tesorería a diez años) oscilan en torno de 4,15/20%. La brecha es demasiado exigua”.

Hasta principios de octubre, por cierto, ese cuerpo continuaba vislumbrando riesgos inflacionarios moderados y, por ello, mantenía los retoques en 25 puntos básicos cada uno. Eso presupone alcanzar fin de año –median dos reuniones- con los tipos básicos en 4,25% anual. Por de pronto, el actual (3,75%) es un máximo en cuatro años.

Por cierto, la Reserva Federal, particularmente Alan Greenspan –su presidente a punto de jubilarse-, insisten en que la reactivación económica (fenómeno que exageran desde mediados de 2004) exige ir elevando las tasas básicas. Hace quince meses, habían sido rebajadas a 1% anual, el mínimo desde julio de 1958. Como la sapiencia convencional imperante asocia repunte económico con más empleo y, por ende, menor productividad, los tipos referenciales han ido pasando de aquel piso a este techo.

“El gasto agregado, pese a los precios de combustibles, parece haberse fortalecido desde marzo. Aparte, la demanda laboral sigue mejorando gradualmente el mercado”. En la visión del comité monetario, ambos factores –especialmente el segundo- son potencialmente inflacionarios. Igual que Wall Street, por otra parte, los directores de la RF no creen que los huracanes Katrina y Rita sean muy perjudiciales para el producto bruto interno.

En verdad, hasta agosto una serie de estadísticas parecía indicar que la economía norteamericana sostenía un moderado crecimiento, pese a los récords petroleros, las naftas caras y el aumento de tasas en créditos a corto plazo. No obstante, el producto bruto interno se expandía a razón de un moderado 3,6% anual en el segundo trimestre. Pero ahora el Fondo Monetario teme que esa cifra ceda a 3,3%.

Ahora bien ¿y Greenspan? Como siempre, confundiendo a los mercados especulativos. Esta vez, con una observación tras el retoque de octubre: “mientras las tasas básicas alcanzan 3,75% anual, las largas (para el caso, la de bonos de Tesorería a diez años) oscilan en torno de 4,15/20%. La brecha es demasiado exigua”.

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