El rescate bancario, salva a especuladores
Esa frase pertenece a Giulio Tremonti, ministro italiano de hacienda. Según el miembro más serio del gabinete peninsular, es como vivir en un videojuego: se elimina un rival y, de inmediato, surge otro peor.
7 enero, 2011
<p>La mayoría de países centrales no han encarado los problemas de fondo, sólo los han pateado hacia adelante”, sostuvieron casi unánimemente Tremonti, Sachs, Krugman y Stiglitz. En lo atinente a las debilidades estructurales, observa este último, “si se mira el mapa geopolítico de la Unión Europea, es fácil entender que interacciones y rivalidades se manifiestan entre tres bloques: EE.UU.-Canadá, Asia oriental/meridional y Latinoamérica”.<br />
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Se ha agotado la larga preeminencia del estado nacional. “En esta etapa del proceso –opina Krugman-, la UE queda descartada por su incapacidad de concebir una lógica federal”. Lo irónico es que, como bloque económico o financiero, sigue siendo el mayor. Pero no hay acuerdo en materia monetaria. Al contrario, Juncker y varios dirigentes alemanes quisieran establecer un “euro nórdico” (basado en Alemania) para países ricos y un “subeuro” basado en Francia</p>
<p>La crisis sistémica originada en Estados Unidos y su secuela en la Unión Europea lo prueban claramente. Aún no se extinguen los cimbronazos del primer “Mario Bros”, cuando el segundo castiga allende el Atlántico y muchos creen que China sea la tabla común de salvación. Tremonti exponía en el seminario “¿Nuevo mundo, nuevo capitalismo?” (París).<br />
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Asistían al simposio personajes como el británico George Osborne, el griego Yoryios Papadópulos (¿para qué?) y, entre otros los Nobel económicos 2001 –Joseph Stiglitz- y 1988, Paul Krugman, Jeffrey Sachs y el inefable luxemburgués Jean-Claude Juncker. Inesperadamente, Tremonti fue el más duro y menos ortodoxo.<br />
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“En la peor crisis desde los años treinta, los dineros del contribuyente se emplearon en rescatar o refinanciar tanto a bancos insolventes cuanto a sus banqueros. ¿Por qué? Porque esas entidades eran o son veros riesgos sistémicos”.<br />
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Justamente “esa característica plantea, ya en 2011, el peligro de nuevos naufragios, esta vez se trata de desbordes especulativos vía instrumentos tan volátiles y mal controlados como los derivados”. Todo ello determina que estemos regresando al punto de partida. Es decir, a 2007”.<br />
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