El Central europeo duplica reservas

Los ministros de finanzas de la Unión Europea aprobaron que el BCE pueda aumentar sus reservas hasta 89.000 millones de euros.

8 mayo, 2000

Los ministros de Finanzas de la Unión Europea (UE) decidieron el lunes aprobar el reglamento que permitirá al Banco Central Europeo (BCE) aumentar sus reservas monetarias en caso de que fuera necesario.

La decisión permitirá a la entidad duplicar el monto de sus reservas, que pueden pasar de 44.000 a 89.000 millones de euros, y por tanto, ampliar su capacidad de intervención en los mercados financieros.

El ministro alemán de Finanzas, Hans Eichel, explicó que esta decisión estaba prevista “desde hace varios meses”, por lo que no está teóricamente destinada a una posible intervención inmediata para frenar la depreciación del euro frente al dólar.

Sin embargo, los ministros hicieron pública la decisión poco después de emitir un comunicado en el que mostraban su “preocupación” por el valor actual del euro, que no refleja la buena marcha de la economía europea, que atraviesa un período de “fuerte crecimiento”, no inflacionista y generador de empleos.

Tras la difusión de ese comunicado, el euro volvió a depreciarse en los mercados al pasar de 90 a 89 centavos de dólar, aunque se mantuvo por encima del mínimo histórico que marcó la semana pasada de 88 centavos de dólar por euro.

La preocupación por esta espiral de depreciación del euro marcó la reunión que mantuvieron el lunes en Bruselas los responsables económicos de la Eurozona, aunque ninguno de los ministros quiso pronunciarse sobre una posible intervención concertada para detener la caída de la moneda única.

La única receta que apuntaron los ministros para frenar esa tendencia fue el compromiso de “acelerar” las reformas liberalizadoras pactadas en la cumbre de Lisboa.

El vicepresidente del Gobierno español y ministro de Economía, Rodrigo rato, apuntó la necesidad de acelerar la reducción del déficit público de forma que el año 2001 “sea el año del equilibrio presupuestario en la Eurozona”.

No obstante, muy pocos países incluyen en sus programas de estabilidad económica alcanzar el objetivo del superávit o del equilibrio presupuestario para esa fecha.
El ministro alemán, Hans Eichel, dijo que durante la reunión también se había acordado “reforzar la coordinación de las políticas económicas” de las distintas capitales en el seno del Euro-11, el órgano que agrupa a los responsables de Finanzas de los países del euro.

Como ejemplo, citó que los ministros estaban de acuerdo en destinar todos los ingresos suplementarios que está generando el mayor crecimiento de la economía a reducir el déficit público, mientras que otros ingresos extraordinarios, como los que aportará la concesión de licencias para la telefonía móvil de nueva generación, irían destinados a reducir el peso de la deuda pública.

Sin embargo, el ministro de Finanzas francés, Laurent Fabius, manifestó en rueda de prensa que no había habido ningún acuerdo sobre esos asuntos. “Hans Eichel solo ha hecho una constatación de sus experiencias”, dijo Fabius.

Los responsables de las dos economías más importantes de la Eurozona dejaron así patente con sus declaraciones que siguen manteniendo profundas diferencias sobre cómo conducir la política económica.

El comisario europeo de Economía, Pedro Solbes, restó importancia a estas diferencias al afirmar que las discrepancias de opinión sobre a qué términos contables se pueden destinar los fondos obtenidos por la concesión de nuevas licencias de telefonía móvil “es algo que todavía se está discutiendo en Eurostat”, la Oficina Estadística de la UE.

Fuente: EFE

Los ministros de Finanzas de la Unión Europea (UE) decidieron el lunes aprobar el reglamento que permitirá al Banco Central Europeo (BCE) aumentar sus reservas monetarias en caso de que fuera necesario.

La decisión permitirá a la entidad duplicar el monto de sus reservas, que pueden pasar de 44.000 a 89.000 millones de euros, y por tanto, ampliar su capacidad de intervención en los mercados financieros.

El ministro alemán de Finanzas, Hans Eichel, explicó que esta decisión estaba prevista “desde hace varios meses”, por lo que no está teóricamente destinada a una posible intervención inmediata para frenar la depreciación del euro frente al dólar.

Sin embargo, los ministros hicieron pública la decisión poco después de emitir un comunicado en el que mostraban su “preocupación” por el valor actual del euro, que no refleja la buena marcha de la economía europea, que atraviesa un período de “fuerte crecimiento”, no inflacionista y generador de empleos.

Tras la difusión de ese comunicado, el euro volvió a depreciarse en los mercados al pasar de 90 a 89 centavos de dólar, aunque se mantuvo por encima del mínimo histórico que marcó la semana pasada de 88 centavos de dólar por euro.

La preocupación por esta espiral de depreciación del euro marcó la reunión que mantuvieron el lunes en Bruselas los responsables económicos de la Eurozona, aunque ninguno de los ministros quiso pronunciarse sobre una posible intervención concertada para detener la caída de la moneda única.

La única receta que apuntaron los ministros para frenar esa tendencia fue el compromiso de “acelerar” las reformas liberalizadoras pactadas en la cumbre de Lisboa.

El vicepresidente del Gobierno español y ministro de Economía, Rodrigo rato, apuntó la necesidad de acelerar la reducción del déficit público de forma que el año 2001 “sea el año del equilibrio presupuestario en la Eurozona”.

No obstante, muy pocos países incluyen en sus programas de estabilidad económica alcanzar el objetivo del superávit o del equilibrio presupuestario para esa fecha.
El ministro alemán, Hans Eichel, dijo que durante la reunión también se había acordado “reforzar la coordinación de las políticas económicas” de las distintas capitales en el seno del Euro-11, el órgano que agrupa a los responsables de Finanzas de los países del euro.

Como ejemplo, citó que los ministros estaban de acuerdo en destinar todos los ingresos suplementarios que está generando el mayor crecimiento de la economía a reducir el déficit público, mientras que otros ingresos extraordinarios, como los que aportará la concesión de licencias para la telefonía móvil de nueva generación, irían destinados a reducir el peso de la deuda pública.

Sin embargo, el ministro de Finanzas francés, Laurent Fabius, manifestó en rueda de prensa que no había habido ningún acuerdo sobre esos asuntos. “Hans Eichel solo ha hecho una constatación de sus experiencias”, dijo Fabius.

Los responsables de las dos economías más importantes de la Eurozona dejaron así patente con sus declaraciones que siguen manteniendo profundas diferencias sobre cómo conducir la política económica.

El comisario europeo de Economía, Pedro Solbes, restó importancia a estas diferencias al afirmar que las discrepancias de opinión sobre a qué términos contables se pueden destinar los fondos obtenidos por la concesión de nuevas licencias de telefonía móvil “es algo que todavía se está discutiendo en Eurostat”, la Oficina Estadística de la UE.

Fuente: EFE

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