EE.UU.: repentina lucha por el liderazgo siderúrgico

International Steel Group propuso adquirir Bethlehem Steel. La oferta, elevada al comité de convocatoria-, es por US$ 1.000 millones más 500 millones en deudas. Esto crearía la mayor siderúrgica en EE.UU., por lo que US Steel sale a dar pelea.

10 enero, 2003

Si se acepta el plan de ISG, BS podría seguir en operaciones, pero dejaría de ser independiente, como lo fue durante más de un siglo. Por otra parte, la fusión desalojaría a US Steel del primer puesto en la siderurgia del país, algo de tal efecto psicológico que el gigante salió, ayer mismo, a dar batalla.

ISG aguarda que, además de los acreedores, su esquema sea aceptado por la junta directiva de BS… antes del jueves próximo. En el plano industrial, la compra le permitirá a ISG llegar a clientes más rentables que los propios, debido a los tipos de acero que produce. En realidad, ISG recién fue creada meses atrás, cuando el financista Wilbur Ross compró la quiebra de LTV Corporation y reanudó algunos de sus negocios. La fusión BS-ISG colocaría unos 16 millones de toneladas anuales, o sea 13,5% más que los 14.100.000 de US Steel.

Pero el líder no se resigna a perder una primacía que también supera los cien años, porque –inesperadamente- aceptó pagar US$ 950 millones por la mayoría de los activos pertenecientes a National Steel, firma ya quebrada. Esta operación elevará 40% la capacidad productiva, o sea a 25 millones de toneladas anuales, nueve millones más que la dupla BS-ISG.

A diferencia de ese caso, el proyecto US Steel depende de renegociar con los sindicatos salarios más bajos, algo que no consiguió en 2002. Por el contrario, ISG firmó un convenio que eleva remuneraciones, pero reduce bonificaciones. “Ross tiene mejores relaciones gremiales que US Steel y las aprovecha”, señalan algunos analistas.

Si se acepta el plan de ISG, BS podría seguir en operaciones, pero dejaría de ser independiente, como lo fue durante más de un siglo. Por otra parte, la fusión desalojaría a US Steel del primer puesto en la siderurgia del país, algo de tal efecto psicológico que el gigante salió, ayer mismo, a dar batalla.

ISG aguarda que, además de los acreedores, su esquema sea aceptado por la junta directiva de BS… antes del jueves próximo. En el plano industrial, la compra le permitirá a ISG llegar a clientes más rentables que los propios, debido a los tipos de acero que produce. En realidad, ISG recién fue creada meses atrás, cuando el financista Wilbur Ross compró la quiebra de LTV Corporation y reanudó algunos de sus negocios. La fusión BS-ISG colocaría unos 16 millones de toneladas anuales, o sea 13,5% más que los 14.100.000 de US Steel.

Pero el líder no se resigna a perder una primacía que también supera los cien años, porque –inesperadamente- aceptó pagar US$ 950 millones por la mayoría de los activos pertenecientes a National Steel, firma ya quebrada. Esta operación elevará 40% la capacidad productiva, o sea a 25 millones de toneladas anuales, nueve millones más que la dupla BS-ISG.

A diferencia de ese caso, el proyecto US Steel depende de renegociar con los sindicatos salarios más bajos, algo que no consiguió en 2002. Por el contrario, ISG firmó un convenio que eleva remuneraciones, pero reduce bonificaciones. “Ross tiene mejores relaciones gremiales que US Steel y las aprovecha”, señalan algunos analistas.

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