Ahora, le toca el turno al pequeño Portugal
El rinde de los bonos soberanos de Lisboa vuelve a 7,5%. Precisamente, ése era el nivel que Grecia e Irlanda habían superado al momento de ser rescatadas. Se trata de un ultimátum lanzado por la Unión Europea y el mercado: reformas o salvamento.
17 marzo, 2011
<p>Vuelven las turbulencias asociadas al sobreendeudamiento en la Eurozona y la histeria de los especuladores, vía su planteo ya clásico: o se fuerzan cambios estructurales o se estrangula una economía. Sin matices intermedios, como lo aprenderá Lisboa. La extrema dependencia lusitana del financiamiento externo no le permite elegir. El proceso puede finiquitarse –o finiquitar el país-en pocos días.<br />
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Particularmente, cuando al gobierno lo agobia un plazo. En efecto, afronta entre abril y junio vencimientos de deuda pública por € 9.000 millones. Necesita refinanciarlos y no puede echar mano, como España, a la generosidad china.<br />
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De martes a jueves, todos los actores en las escenas de estos desplomes armaron su coro griego. A saber, Moody’s Investors Services (la Parca), los bancos, los fondos especulativos y su caja de resonancia, la comisión europea. Irónicamente, la preside un portugués, José Manuel Durão Barroso.<br />
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Los vaivenes en la plaza financiera habían empezado cuando Moody’s rebajó dos puntos la nota lusitana, de A1 a A3, y puso en negativo la perspectiva de sus papeles. No por casualidad, la calificadora dio la noticia el miércoles a las once de la noche hora local. “La Parca” dio cuatro motivos: dudas sobre el crecimiento económico –tema donde la agencia suele errarle fiero, como en la crisis sistémica estadounidense-, si no encara reformas, dudas sobre la consolidación fiscal, dudas en lo atinente al sistema financiero y dudas sobre acceso a los mercados voluntarios de capital. <br />
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