EE.UU.: mejoran ciertos índices, pero las acciones siguen flojas

La selección ponderada de once índices líderes aumentó 1% en junio, continuando la tendencia de abril y mayo. No obstante, Wall Street reaccionaba con mucha cautela. Motivo: trucos contables en los balances.

22 julio, 2003

Esta compleja herramienta estadística cierre el II trimestre manteniendo
el mismo perfil, con notable influencia de indicadores bursátiles, monetarios
-se ha elevado la oferta en medios de pago- y construcciones residenciales, fomentadas
por los créditos hipotecarios más baratos desde 1957. La selección
ponderada se hace en la Conference Board, especie de Unión Industrial (pero
mucho más influyente, especialmente en lo estadístico). Como otras
cifras de ese origen, ésta representa expectativas de cada sector en tres
a seis meses y ha avanzado 0,1% en abril, 1,1% en mayo y 1% en junio, vale decir
2,22% en el trimestre.

Como viene ocurriendo desde mayo, los analistas de Wall Street se apoyan en esos
números, sin examinarlos demasiado, para insistir en que los cuantiosos
paquetes de rebajas tributarias (US$ 1,68 billón en dos paquetes, 2001-12)
a grandes empresas, sectores de altos ingresos e inversores bursátiles
llevarán -junto con una tasa referencia de apenas 1%- a la reactivación
sostenida. Por ejemplo, el promedio de sesenta estadígrafos consultados
por Bloomberg estima que, este mismo trimestre, el producto bruto interno crecerá
a 3,5% de rimo anual y a 3,7% en octubre-diciembre.

Por el contrario, Wall Street misma parece menos entusiasta. El lunes, por ejemplo,
el Dow-Jones industrial retrocedía 1%, 1,46% el Standard&Poor´s 500
y 1,58% el Nasdaq compuesto. Horas antes, Fráncfort se había derrumbado
2,52%, mientras el euro pasaba de US$ 1,120 a 1,135. Ayer, hubo un rebote moderado, pero cauto. Estos altibajos revelan una
situación típica de cualquier bolsa: el descrédito de tantos
analistas y firmas de valoren todavía no impide que muchas firmas apelen
a la “contabilidad creativa” para que sus trimestrales encajen en las
expectativas -a veces, políticas- de Wall Street. Esto explica los vaivenes
diarios. También se nota “cautela entre inversores porque, si bien
en apariencia, las empresas superan sus propias expectativas, entran menos balances
con utilidades”, apunta Richard Bernstein (Merrill Lynch).

Esta compleja herramienta estadística cierre el II trimestre manteniendo
el mismo perfil, con notable influencia de indicadores bursátiles, monetarios
-se ha elevado la oferta en medios de pago- y construcciones residenciales, fomentadas
por los créditos hipotecarios más baratos desde 1957. La selección
ponderada se hace en la Conference Board, especie de Unión Industrial (pero
mucho más influyente, especialmente en lo estadístico). Como otras
cifras de ese origen, ésta representa expectativas de cada sector en tres
a seis meses y ha avanzado 0,1% en abril, 1,1% en mayo y 1% en junio, vale decir
2,22% en el trimestre.

Como viene ocurriendo desde mayo, los analistas de Wall Street se apoyan en esos
números, sin examinarlos demasiado, para insistir en que los cuantiosos
paquetes de rebajas tributarias (US$ 1,68 billón en dos paquetes, 2001-12)
a grandes empresas, sectores de altos ingresos e inversores bursátiles
llevarán -junto con una tasa referencia de apenas 1%- a la reactivación
sostenida. Por ejemplo, el promedio de sesenta estadígrafos consultados
por Bloomberg estima que, este mismo trimestre, el producto bruto interno crecerá
a 3,5% de rimo anual y a 3,7% en octubre-diciembre.

Por el contrario, Wall Street misma parece menos entusiasta. El lunes, por ejemplo,
el Dow-Jones industrial retrocedía 1%, 1,46% el Standard&Poor´s 500
y 1,58% el Nasdaq compuesto. Horas antes, Fráncfort se había derrumbado
2,52%, mientras el euro pasaba de US$ 1,120 a 1,135. Ayer, hubo un rebote moderado, pero cauto. Estos altibajos revelan una
situación típica de cualquier bolsa: el descrédito de tantos
analistas y firmas de valoren todavía no impide que muchas firmas apelen
a la “contabilidad creativa” para que sus trimestrales encajen en las
expectativas -a veces, políticas- de Wall Street. Esto explica los vaivenes
diarios. También se nota “cautela entre inversores porque, si bien
en apariencia, las empresas superan sus propias expectativas, entran menos balances
con utilidades”, apunta Richard Bernstein (Merrill Lynch).

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