EE.UU.: en agosto, cedían indicadores económicos líderes

Aun antes de que golpeara el huracán Katrina, la economía norteamericana mostraba –en agosto- signos de debilidad no esperados. Por ejemplo, el desempleo llegaba al máximo aumento semanal en dos años.

23 septiembre, 2005

La selección ponderada de los once indicadores principales cedió 0,2%, tras haber bajado 0,1% en julio. Según el informe de la Conference Board (especie de unión industrial local), se trata del primer retroceso bimestral registrado desde 2001.

Por su parte, el departamento federal de Trabajo informó que, durante la semana pasada, las solicitudes de nuevos subsidios por desempleo saltaron a 432.000. Eso no ocurría desde julio de 2003. Obviamente, el comité monetario de la Reserva Federal optó por ignorar ambos datos al elevar de 3,5 a 3,75% anual la tasa básica, el martes.

Volviendo a la selección ponderada, el factor decisivo fue un retroceso en la confianza entre consumidores, un “índice psicológico” que mide expectativas e intenciones –dos inefables- a tres y seis meses vista. Cabe señalar que, como esas proyecciones se cierran a mitad de mes, los números de agosto no reflejan la irrupción de Katrina.

“Para septiembre y octubre las cifras serán probablemente más débiles”, presume Michael Gregory, analista principal de la consultora BMO Nesbitt Burns. “Habrá efectos muy negativos de los huracanes y los precios de combustibles. Además, la confianza del público en George W. Bush, tras marcar un mínimo casi sin precedentes (38%), comienza a influir sobre las expectativas de la gente”.

La selección ponderada de los once indicadores principales cedió 0,2%, tras haber bajado 0,1% en julio. Según el informe de la Conference Board (especie de unión industrial local), se trata del primer retroceso bimestral registrado desde 2001.

Por su parte, el departamento federal de Trabajo informó que, durante la semana pasada, las solicitudes de nuevos subsidios por desempleo saltaron a 432.000. Eso no ocurría desde julio de 2003. Obviamente, el comité monetario de la Reserva Federal optó por ignorar ambos datos al elevar de 3,5 a 3,75% anual la tasa básica, el martes.

Volviendo a la selección ponderada, el factor decisivo fue un retroceso en la confianza entre consumidores, un “índice psicológico” que mide expectativas e intenciones –dos inefables- a tres y seis meses vista. Cabe señalar que, como esas proyecciones se cierran a mitad de mes, los números de agosto no reflejan la irrupción de Katrina.

“Para septiembre y octubre las cifras serán probablemente más débiles”, presume Michael Gregory, analista principal de la consultora BMO Nesbitt Burns. “Habrá efectos muy negativos de los huracanes y los precios de combustibles. Además, la confianza del público en George W. Bush, tras marcar un mínimo casi sin precedentes (38%), comienza a influir sobre las expectativas de la gente”.

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