EE.UU.: el nombramiento de John Snow está en zona de riesgo

John Snow, propuesto por George W.Bush para reemplazar a Paul O’Neill en Hacienda, tiene problemas. A punto de presentarse al Senado, se supo que fue detenido o procesado dos veces en 20 años. Cargos: guiar ebrio y no pasar alimentos para un hijo.

24 enero, 2003

En 1982, Snow fue arrestado por manejar un auto en estado de ebriedad. Al respecto,
la Casa Blanca "aclara" que, en esa oportunidad, ´"pagó
una elevada multa y evitó ser procesado". Pero sí lo sería
en 1988, tras año y medio de no pasar a su ex esposa la suma estipulada
para mantener a un hijo menor, Ian. En la primera audiencia, sus abogados llegaron
a un acuerdo con la litigante.

Ambos antecedentes mellan la imagen de severidad que se ha construido Snow,
un hombre por lo demás gris, sin ideas propias, cuya carrera de funcionario
empezó junto a Gerald Ford, quizás el presidente más mediocre
del siglo XX. En realidad, Bush lo eligió porque su estilo contrasta
con los excesos retóricos de O´Neill (quien tampoco se caracteriza por
su capacidad intelectual).

Si bien esos dos esqueletos en el baúl de Snow no lo privarían
del cargo, máxime con un Senado que domina el oficialismo, el episodio
de 1982 se presta a chistes fáciles. Ocurre que una hija del propio presidente
y una prima suya acumulan varios arrestos por ebriedad en la vía pública.
Aparte, el propio Bush debió tratarse años atrás para dejar
el hábito.

En 1982, Snow fue arrestado por manejar un auto en estado de ebriedad. Al respecto,
la Casa Blanca "aclara" que, en esa oportunidad, ´"pagó
una elevada multa y evitó ser procesado". Pero sí lo sería
en 1988, tras año y medio de no pasar a su ex esposa la suma estipulada
para mantener a un hijo menor, Ian. En la primera audiencia, sus abogados llegaron
a un acuerdo con la litigante.

Ambos antecedentes mellan la imagen de severidad que se ha construido Snow,
un hombre por lo demás gris, sin ideas propias, cuya carrera de funcionario
empezó junto a Gerald Ford, quizás el presidente más mediocre
del siglo XX. En realidad, Bush lo eligió porque su estilo contrasta
con los excesos retóricos de O´Neill (quien tampoco se caracteriza por
su capacidad intelectual).

Si bien esos dos esqueletos en el baúl de Snow no lo privarían
del cargo, máxime con un Senado que domina el oficialismo, el episodio
de 1982 se presta a chistes fáciles. Ocurre que una hija del propio presidente
y una prima suya acumulan varios arrestos por ebriedad en la vía pública.
Aparte, el propio Bush debió tratarse años atrás para dejar
el hábito.

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