Economía colaborativa y tres ciudades de la región

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El Consumer Choice Center ha presentado su tercer índice anual de economía colaborativa, en el que clasifica algunas de las ciudades más dinámicas del mundo en función de su apertura a la economía colaborativa.

Este índice único en el mundo es la herramienta para que los consumidores tomen decisiones informadas sobre su próximo destino urbano.

El índice clasifica 60 ciudades de todo el mundo, 6 de ellas de América Latina. Las dos ciudades con mejor puntuación en el Índice de Economía Colaborativa de América Latina de 2021 (otro índice del Consumer Choice Center) fueron Bogotá y Santiago de Chile. Sin embargo, en la escena internacional, las dos ciudades tienen problemas para competir con destinos mundiales más abiertos (y por tanto más atractivos), por lo que han terminado en la mitad inferior del índice.

Por otra parte, tres ciudades latinoamericanas -São Paulo, Buenos Aires y Ciudad de México- figuran en el TOP 10 mundial de las ciudades más favorables a la economía colaborativa. Estas ciudades demuestran una extraordinaria apertura a todos los servicios de economía colaborativa considerados en el estudio. En particular, todas ellas ofrecen aplicaciones de entrega ultrarrápida, una categoría totalmente nueva añadida al índice de este año.

“Para sacar el máximo partido al índice, puedes utilizarlo como un menú de opciones que te ayude a elegir la ciudad que mejor se adapte a tu estilo de vida. Si te gusta el transporte compacto y respetuoso con el medio ambiente, en nuestro índice puedes ver que los patinetes eléctricos ya no se pueden alquilar en la capital de Colombia, pero que sí puedes disfrutar de ellos en las concurridas calles de Ciudad de México”, señala Anna Arunashvili, Knowledge Management Associate del Consumer Choice Center.

“En lo que respecta a la economía colaborativa, todos deberíamos prestar atención a lo que ocurre en América Latina. Las plataformas digitales han sido extremadamente creativas a la hora de prestar sus servicios, y es muy satisfactorio observar que esa tendencia todavía se mantiene. Es imprescindible que los consumidores tengan opciones para elegir, y la economía colaborativa -a nivel mundial, pero con particular intensidad en América Latina- da a los consumidores la posibilidad de escoger soluciones innovadoras en vez de tener que limitarse a las opciones tradicionales”, asegura Anna Arunashvili.

Emil Panzaru, Research Manager del Consumer Choice Center y coautor del índice, señaló la importancia de estar abiertos a las posibilidades que ofrecen las tecnologías innovadoras, que ahorran a los consumidores tiempo y esfuerzo en sus vidas, además de ayudarles a sortear los retos de sucesos como las pandemias.

Las conclusiones en materia de políticas públicas que se desprenden del índice son claras: las normativas demasiado estrictas acaban con la innovación y la resiliencia de la economía colaborativa, dejando a los consumidores con menos (y peores) opciones. Los reguladores deben actuar en beneficio de los consumidores, lo que se traduce en menos prohibiciones y restricciones que limiten sus opciones.

 

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