Ecofintechs: su incidencia en dar remedio ambiental

La agudización de la problemática ambiental y el campo cada vez más amplio en el que se desenvuelven las distintas alternativas para enfrentarla, no podía dejar afuera a la economía.

10 enero, 2022

La agudización de la problemática ambiental y el campo cada vez más amplio en el que se desenvuelven las distintas alternativas para enfrentarla, no podía dejar afuera a la economía.

Las compañías, además, son conscientes que el daño al mundo es cada vez más incompatible con el concepto mismo de inversión. En un contexto en el que los intentos de remediación ambiental a través de acciones voluntaristas y ad honorem mostraron un límite, las firmas están adoptando diversas políticas para abordar la situación del impacto ambiental.

La inmensa mayoría desarrolla una actividad económica indistinta y luego, en forma exterior a ella, hace una acción, donde hay mucho de ecobranding para decir ´nosotros somos amigables con el ambiente´, pero no está en su core de negocios una actividad ambiental.

“Llamamos ecofintech a otra clase de firmas, a aquellas que, mediante los recursos inclusivos y democráticos ponen su foco exclusivamente en la remediación ambiental, pero no dejan de lado la necesidad de obtener un beneficio para darle al proyecto además de sustentabilidad, sostenibilidad en el tiempo”, define Alejandro Carrano, gerente de Marketing de  GreenBondMeter (GBM), el consorcio global con sedes en Estonia y Uruguay que le da soporte a GBM coin, la primera criptomoneda cuyo valor de cada token emitido (1 GBM coin) está respaldado en un metro cuadrado del capital natural preservado.

El concepto de ecofintech le cabe justo a Green Bond Meter, que con emprendedores argentinos en su gestación ha acuñado el término y lo propone para el debate global. Lo hace desde una propuesta que invita a proteger 300 millones de hectáreas de biosfera en peligro (flora, fauna, tierra) durante 100 años mediante la creación de un ecosistema tecnológico web 3 que combina Blockchain, GIS y AI.

En nuestro país, se comenzó ya el proceso de reconversión integral de un campo en Misiones que tiene 245.000.000 m2 y puede absorber unas 300.000 toneladas de carbono, lo que equivale a quitar los gases GEI que liberan aproximadamente 75.000 autos al año.

La “revolución verde” de las FinTech está cristalizando en proyectos globales como la Alianza de Finanzas Digitales Verdes una innovadora iniciativa que busca aprovechar la tecnología digital para atraer financiamiento que responda a los desafíos ambientales mundiales.

Mercado de capitales y empresas NAC

Tarde o temprano, todo este fenómeno financiero emergente tenía que tener expresión en el mercado de capitales.  Así fue como a mediados de septiembre de 2021 se conoció que la Bolsa de Valores de Nueva York (NYSE), y el Grupo Intrinsic Exchange (IEG), que tiene como fundadores accionistas al BID y la Fundación Rockefeller, habían acordado desarrollar en forma conjunta una nueva clase de activos denominados “Empresas de Activos Naturales”, o NAC, por sus siglas en inglés.

Las NAC son aquellas empresas que asignan valor a los servicios proporcionados por la naturaleza, por ejemplo, almacenar carbono en un bosque, en lugar de la extracción de recursos naturales, como la tala.

Créditos de carbono

 Actualmente el 80 % de las emisiones continúa sin cotizarse y, según el FMI, el precio promedio mundial del carbono es de solo 3 dólares por tonelada, muy por debajo del nivel necesario para incentivar la eficiencia energética y reconducir la innovación hacia tecnologías verdes. Según el mismo informe, el precio por tonelada en un país como Argentina debería rondar los 25 dólares por tonelada. Aquí se presenta una oportunidad.

“El mundo se viene transformando hacia la digitalización hace años y ahora se suma la descarbonización. Esto es un proceso que ya comenzó y es transversal a todas actividades económicas productivas. Desde GBM entendimos que la Blockchain no podía estar ajena a esta transformación y debía ser un instrumento de cambio positivo, por eso ideamos esta solución con impacto directo, medible y palpable en biosferas que realmente se encuentran al borde de la extinción”, señala Carrano

GBM mide la adicionalidad generada en la captura de carbono anualmente y por esa diferencia positiva se emiten de crédito de carbono CCB certificados por terceros con los más altos standares.  Este tipo de créditos de carbono son cada vez más demandados en el mercado voluntario por las empresas en países que suscriben al protocolo de Kioto, convenio de parís y más recientemente a los lineamientos de la CoP26, o por aquellas que quieren colocar sus productos y servicios en esos mercados ya que cada vez más se exige como requisito de ingreso ser huella cero

Democratizar las finanzas verdes, potenciar la economía circular y revolucionar el paradigma de la preservación ambiental son algunos de los objetivos que ecofintechs pueden alcanzar y ayudar a las empresas a evaluar y reducir su impacto ambiental, y a los inversores a canalizar sus operaciones hacia los activos más sostenibles.

 

 

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