Dos factores convergentes cortaron la euforia en Wall Street

Las acciones cedían por dos causas. Primera, la Reserva Federal redujo pronósticos económicos. Segunda, Bear Stearns confesó que dos fondos suyos –especulaban con malas hipotecas- habían perdido casi toda su capitalización de mercado.

18 julio, 2007

En realidad, la plaza se dejó llevar por los nervios al saber que Bear Stearns Cos. había armado dos fondos de cobertura (derivados) y que ambos están por agotar su valor bursátil, en buena medida porque se han disparado los riesgos de las hipotecas usurarias y los títulos emitidos en función de ellas.

Ese clima se sumaba a pobres resultados trimestrales de tecnológicas como Intel o Yahoo, que bajaron 5%. Mientras tanto, Benjamin Bernanke reveló al congreso que la Reserva Federal es menos optimista que hace seis meses sobre la evolución del producto bruto interno. En resumen, el segundo trimestre no quedará muy por encima del magro 0,8% anual registrado en enero-marzo.

A su criterio, también la caída en precios de bienes raíces puede prolongarse más allá de lo previsto por el emisor. Igual, reiteró el sonsonete sobre la necesidad de vigilar de cerca la inflación, pues su vocabulario no contiene términos como “deflación” o “estanflación”.

Naturalmente, varios analistas financiero vincularon los comentarios de Bernanke a la crisis de malas hipotecas. Pero, curiosamente, este tema sigue siendo eludido por la RF, la Securities & exchange commission y otras instancias reguladoras.

Cerca del cierre, pues, el Dow Jones industrial cedía 0,75%, a 13.860 puntos. A su vez, el Standard&Poor’s 500 bajaba 0,62%, margen que el Nasdaq compuesto ampliaba a –1%. Los títulos de Bear Stearns peredían casi 2%. En este contexto, la nueva caída del dólar no ayuda: en San Pablo roca 1,855, mientras el euro alcanza US$ 1,381 y la libra 2,055, el pico en 27 años.

En realidad, la plaza se dejó llevar por los nervios al saber que Bear Stearns Cos. había armado dos fondos de cobertura (derivados) y que ambos están por agotar su valor bursátil, en buena medida porque se han disparado los riesgos de las hipotecas usurarias y los títulos emitidos en función de ellas.

Ese clima se sumaba a pobres resultados trimestrales de tecnológicas como Intel o Yahoo, que bajaron 5%. Mientras tanto, Benjamin Bernanke reveló al congreso que la Reserva Federal es menos optimista que hace seis meses sobre la evolución del producto bruto interno. En resumen, el segundo trimestre no quedará muy por encima del magro 0,8% anual registrado en enero-marzo.

A su criterio, también la caída en precios de bienes raíces puede prolongarse más allá de lo previsto por el emisor. Igual, reiteró el sonsonete sobre la necesidad de vigilar de cerca la inflación, pues su vocabulario no contiene términos como “deflación” o “estanflación”.

Naturalmente, varios analistas financiero vincularon los comentarios de Bernanke a la crisis de malas hipotecas. Pero, curiosamente, este tema sigue siendo eludido por la RF, la Securities & exchange commission y otras instancias reguladoras.

Cerca del cierre, pues, el Dow Jones industrial cedía 0,75%, a 13.860 puntos. A su vez, el Standard&Poor’s 500 bajaba 0,62%, margen que el Nasdaq compuesto ampliaba a –1%. Los títulos de Bear Stearns peredían casi 2%. En este contexto, la nueva caída del dólar no ayuda: en San Pablo roca 1,855, mientras el euro alcanza US$ 1,381 y la libra 2,055, el pico en 27 años.

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