China busca hacer bajar el hierro y otros insumos primarios

Las presiones surgen sobre el mineral de hierro. Las divergencias entre Beijing y el cartel transnacional revelan que el país trata de emplear su enorme poder de compra para frenar el alza de precios. Tal vez no sea el único caso.

12 junio, 2006

El peso chino en hierro es obvio. Sus importaciones de mineral han ido subiendo de 75 millones de toneladas métricas en 2000 hasta 275 millones en 2005. Esto es, 267% en cinco años. Ahora, el cambio de estrategia puede tener notables efectos en escala mundial, no sólo en ese rubro.

La demanda china es uno de los factores esenciales en el incremento de hidrocarburos, cobre, hierro y otros insumos industriales. Beijing trata, pues, de forzar rebajas de precios, lo cual significa que las compañías privadas se resignen a ganar menos, algo que medios anglosajones ven como casi una blasfemia. Si la táctica funciona, muchos usuarios de productos básicos tendrán motivos para aplaudir a los chinos; pero eso queda por verse.

En ciertas instancias, el gigante asiático ya se resiste a comprar insumos cuyos valores se hayan pasado de la raya. En otras, acentúa esfuerzos para desarrollar fuentes alternativas de abastecimiento. Naturalmente, expertos allegados al mercado de minerales metalíferos descalifican esa política como “torpe, poco efectiva”. Beijing se niega a entrar en debate y sostiene que no participa en negociaciones al respecto. Las empresas del negocio afirman lo contrario.

Sea como fuere, China está disminuyendo compras de mineral ferruginoso, señalan varios operadores. Por lo común, los precios se fijan en tratos secretos que, cada año, cierran las principales productores y sus clientes naturales, las compañías siderometalúrgicas. Tres firmas (la brasileña Vale do Rio Dôce, las angloaustralianas BHP Billiton y Río Tinto) controlan casi tres cuartos de la oferta en esa franja. En 2005, impusieron a los usuarios un aumento escandaloso, sin precedentes: 75%.

Este año, las industrias dependientes de mineral de hierro han absorbido un 20% adicional sólo en el primer trimestre. Pero, al revés que Japón, Surcorea e India, China no ha acatado el “diktat” del cartel minero. Así, mientras en 2005 sus importaciones del insumo subieron 32%, en enero-marzo últimos se estancaron. Pero las iniciativas contra abusos de proveedores no se limitan a China. En oportunidades anteriores, Japón obligó a las acerías a negociar en bloque con las mineras. Hace pocos días, mientras retomaba el intento de copar Arcelor, Mittal Street- la mayor siderúrgica del globo- sugirió lo mismo, con apoyo en India y otros usuarios de mineral.

El peso chino en hierro es obvio. Sus importaciones de mineral han ido subiendo de 75 millones de toneladas métricas en 2000 hasta 275 millones en 2005. Esto es, 267% en cinco años. Ahora, el cambio de estrategia puede tener notables efectos en escala mundial, no sólo en ese rubro.

La demanda china es uno de los factores esenciales en el incremento de hidrocarburos, cobre, hierro y otros insumos industriales. Beijing trata, pues, de forzar rebajas de precios, lo cual significa que las compañías privadas se resignen a ganar menos, algo que medios anglosajones ven como casi una blasfemia. Si la táctica funciona, muchos usuarios de productos básicos tendrán motivos para aplaudir a los chinos; pero eso queda por verse.

En ciertas instancias, el gigante asiático ya se resiste a comprar insumos cuyos valores se hayan pasado de la raya. En otras, acentúa esfuerzos para desarrollar fuentes alternativas de abastecimiento. Naturalmente, expertos allegados al mercado de minerales metalíferos descalifican esa política como “torpe, poco efectiva”. Beijing se niega a entrar en debate y sostiene que no participa en negociaciones al respecto. Las empresas del negocio afirman lo contrario.

Sea como fuere, China está disminuyendo compras de mineral ferruginoso, señalan varios operadores. Por lo común, los precios se fijan en tratos secretos que, cada año, cierran las principales productores y sus clientes naturales, las compañías siderometalúrgicas. Tres firmas (la brasileña Vale do Rio Dôce, las angloaustralianas BHP Billiton y Río Tinto) controlan casi tres cuartos de la oferta en esa franja. En 2005, impusieron a los usuarios un aumento escandaloso, sin precedentes: 75%.

Este año, las industrias dependientes de mineral de hierro han absorbido un 20% adicional sólo en el primer trimestre. Pero, al revés que Japón, Surcorea e India, China no ha acatado el “diktat” del cartel minero. Así, mientras en 2005 sus importaciones del insumo subieron 32%, en enero-marzo últimos se estancaron. Pero las iniciativas contra abusos de proveedores no se limitan a China. En oportunidades anteriores, Japón obligó a las acerías a negociar en bloque con las mineras. Hace pocos días, mientras retomaba el intento de copar Arcelor, Mittal Street- la mayor siderúrgica del globo- sugirió lo mismo, con apoyo en India y otros usuarios de mineral.

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