Brasil: repentina rebaja de tasas, para eludir una recesión

El Banco Central do Brasil (BCB) dispuso anoche una sorpresiva rebaja del tipo referencial. También llama la atención su margen: 150 puntos básicos (triplica el anterior). O sea, de 26 a 24,5% anual.

24 julio, 2003

Tres factores impresionan al mercado. Primero, que la reducción siga en
tan poco tiempo a la anterior (apenas de 26,5 a 26% anual, hace tres semanas).
Segundo, que sea la más pronunciada desde la dispuesta en mayo de 1999
(fue de 27 a 23,5%, o sea 350 puntos básicos). Tercero, que el comité
de política monetaria del BCB -manejado por Henrique Meirelles, presidente
de la entidad- quedara a mitad de camino entre el negocio financiero (que se conformaba
con 100 puntos) y la actividad real, que pedía el doble.

No obstante, analistas de San Pablo detectan una nueva tendencia de fondo.
Al parecer, ésta se aparta de la ortodoxia monetarista de Meirelles (aplaudida
por los bancos privados, sobre todo los del exterior), que tan alto costo político
le ha significado al gobierno de Luiz Inácio da Silva (Lula). Por ejemplo,
la increíble huelga de jueces contra algunas reformas recomendadas por
el Fondo Monetario Internacional o los bancos acreedores y resistidas en el
país.

A partir de esa decisión, el poderoso sector industrial paulista, mucho
menos apegado a las recetas convencionales que sus equivalentes en Argentina
o Uruguay, espera por lo menos dos recortes adicionales y vislumbra un nivel
inferior a 20% anual para diciembre. Entretanto, la nueva actitud brasileña
-desmontar mecanismos que promueven más recesión- puede beneficiar
a los socios del Mercosur… si genera un repunte de la actividad y la demanda
reales.

Tres factores impresionan al mercado. Primero, que la reducción siga en
tan poco tiempo a la anterior (apenas de 26,5 a 26% anual, hace tres semanas).
Segundo, que sea la más pronunciada desde la dispuesta en mayo de 1999
(fue de 27 a 23,5%, o sea 350 puntos básicos). Tercero, que el comité
de política monetaria del BCB -manejado por Henrique Meirelles, presidente
de la entidad- quedara a mitad de camino entre el negocio financiero (que se conformaba
con 100 puntos) y la actividad real, que pedía el doble.

No obstante, analistas de San Pablo detectan una nueva tendencia de fondo.
Al parecer, ésta se aparta de la ortodoxia monetarista de Meirelles (aplaudida
por los bancos privados, sobre todo los del exterior), que tan alto costo político
le ha significado al gobierno de Luiz Inácio da Silva (Lula). Por ejemplo,
la increíble huelga de jueces contra algunas reformas recomendadas por
el Fondo Monetario Internacional o los bancos acreedores y resistidas en el
país.

A partir de esa decisión, el poderoso sector industrial paulista, mucho
menos apegado a las recetas convencionales que sus equivalentes en Argentina
o Uruguay, espera por lo menos dos recortes adicionales y vislumbra un nivel
inferior a 20% anual para diciembre. Entretanto, la nueva actitud brasileña
-desmontar mecanismos que promueven más recesión- puede beneficiar
a los socios del Mercosur… si genera un repunte de la actividad y la demanda
reales.

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