Si comparamos con los anárquicos comienzos de la civilización, los niveles de violencia son mucho menores y el largo tiempo de paz que siguió a la Segunda guerra Mundial, por ahora, sigue con nosotros.
Pero cuando analizamos los trágicos acontecimientos de la actualidad vemos la urgente necesidad de bajar el nivel de violencia, en todos los países, en todos los pueblos, en Oriente y en Occidente, en el Norte y en el Sur, en la vida pública y en la privada.
2017 nos trae, a todos los seres humanos, 365 oportunidades para intentarlo.