Las mejoras, en todo el mundo, son de tipo diverso. Hay quienes llenan sus casas de dispositivos electrónicos de última generación para que realicen tareas que les simplifiquen la vida. Otros eligen embellecer el hogar para sentirse más felices y más cómodos. El mundo del diseño — en todos sus territorios – está revolucionado buscando crear soluciones que ayuden a la gente a vivir vidas más confortables y más agradables.
A muchos, la pandemia los impulsó a cambiar de casa para tener más espacio, más verde o simplemente una casa más cómoda.
Para los disconformes con sus espacios, los expertos buscan ofrecer objetos cuyo diseño no solo se asiente en los avances tecnológicos sino que además tome en cuenta factores psicológicos.
Hogares con menos objetos, más luz natural, color en las paredes, lámparas bien ubicadas. Todos elementos que juegan un papel importante para el bienestar de una persona en su casa. Elementos que generan sensaciones de tranquilidad, calidez o productividad.
La pandemia inspiró también el renacimiento de los jardines, como elementos que contribuyen a la salud y al bienestar. La acción de poner plantas, o hierbas aromáticas o de poner flores en las ventanas brinda a la vez satisfacción y placer. Todas las acciones relacionadas ayudan a pasar mejor la cuarentena: ver aparecer una flor, o cortar las propias hierbas para condimentar las comidas, o ver germinar una semilla. Todo vale en busca de un trozo de felicidad. Desde ese punto de vista, la jardinería y los jardines son terapéuticos.