En viaje de prensa, Mercado viajó a San Pablo, Brasil, donde Scania tiene su sede central en Latinoamérica, para conocer más acerca de este tema que representa el futuro para las generaciones venideras.
Uno no puede más que asombrarse ante esta fábrica de 440.000 metros cuadrados, donde trabajan alrededor de 4.500 empleados y se producen 30.000 vehículos al año. Allí todo está sincronizado, planificado y armado al detalle para maximizar el resultado en la producción de camiones y buses. Se observa la actividad industrial a pleno: los robots junto a los trabajadores comienzan el armado y ensamblado de cada parte, por pequeña que sea, de lo que serán, al final de la línea de producción, los camiones colosales que atraviesan nuestras rutas de norte a sur y de este a oeste.
Cada tarea tiene impuesto un tiempo determinado; cada sector cuenta con estudiadas normas de seguridad y en cada uno busca lograr el propósito común: la sustentabilidad. El ahorro de energía y agua, por ejemplo son objetivos irrenunciables.
La fábrica apunta al cuidado del medio ambiente y al ahorro de energía, que son objetivos esenciales. Es que la política de Scania se ha redireccionado en este sentido: ante el cambio de los modelos de negocios en pos del cuidado del medio ambiente, donde privan conceptos como reciclaje, ahorro, reutilización, ha optado por ponerse a la vanguardia.
Desde el primer paso en la línea de producción hasta la manera de transportar los cargamentos, la empresa intenta alcanzar uno de los objetivos principales, establecido en el Acuerdo de París, que es la disminución de las emisiones de dióxido de carbono.
Vinicius Pendeza, gerente de Desarrollo y Estrategia de Negocios para Scania Latinoamérica, comenta al respecto: “El objetivo primordial de Scania es trabajar para llegar a una energía libre de combustible fósil y a partir de esto lograr la reducción del ritmo del calentamiento global mediante el combustible sustentable. En la actualidad, el modelo de negocios de Scania busca ser sustentable ya que es una necesidad y una responsabilidad y no existe otra opción. Para esto, desarrollamos el “Proyecto sustentable Scania”, que comenzó en diciembre de 2018. Y en marzo de 2020 comenzaremos con el ensamblado de los primeros camiones desarrollados para trabajar exclusivamente con gas, tanto con GNC como con GNL, como con biometano, aunque ya hemos hecho pruebas en vehículos de la flota Scania que funcionan a gas. Según esas pruebas, el motor no es más débil que el motor a diésel y los resultados han sido altamente satisfactorios”. “En este proyecto de sustentabilidad –agrega Alejandro Pazos, gerente de Marketing y Comunicación de Scania Argentina– trabajamos con los clientes de manera directa. Entre éstos se encuentran Arcos Dorados y Unilever (Brasil) y trabajamos en conjunto con la Ciudad de Buenos Aires y con la empresa de transporte público urbano Nuevos Rumbos que maneja la línea 132”.
“Siguiendo esta política para lograr el objetivo de sustentabilidad se han consolidado alianzas estratégicas con ZEG, en Brasil y con Usinas San Martín, en Argentina. Con esta última, en Mendoza junto a Andreu, una empresa de transporte, que cuenta con seis vehículos que usan exclusivamente GNL y forman el corredor azul en esa provincia”, concluye Pendeza.
Alianzas estratégicas
Con la sustentabilidad como horizonte, Scania ha hecho alianzas estratégicas con otras empresas como son ZEG (Zero Emissions Generations) una empresa brasilera que se dedica a las energías renovables, L’Oréal y ABB, con las que trabaja para lograr cada uno de los objetivos impuestos para el cuidado del medio ambiente.
Rodrigo Machado, gerente de Marketing y Comunicación de Scania Brasil comenta: “Scania trabaja con ZEG para desarrollar el biometano como combustible renovable para camiones y buses. El problema identificado en San Pablo es la alta generación de residuos tanto sólidos como líquidos. El proyecto se desarrolla tomando los residuos sólidos industriales para transformarlos en vapor de agua que luego será el generador de energía. Así se produce biogas (que genera electricidad). GasBio es la marca de biometano de ZEG. Este combustible se produce para sustituir el gas fósil. En el caso de la alianza con Scania, se trabaja en una línea de camiones que funcione con Gas Natural Renovable. Esta alianza es para lograr la sustentabilidad que es imprescindible para los nuevos modelos de negocios. Si bien esta alianza no es exclusiva, tanto en Scania como en ZEG creemos que aunando esfuerzos podemos llegar antes al objetivo propuesto”.
En el caso del trabajo entre Scania y L’Oréal, Rodrigo Loureiro, gerente de L’Oréal Brasil, dice: “Nuestra alianza con Scania tiene que ver con la logística, donde en el transporte de nuestros productos hemos bajado en un 20% las emisiones de CO2. L’Oréal junto a Scania trabajan para alcanzar el objetivo de llegar al año 2030 con un 50% menos de emisiones de CO2. Este proyecto comenzó hace un año y se trata básicamente de que los transportistas que trabajen con L’Oréal utilicen camiones Scania que funcionen con combustible no fósil, es decir, a GNC”.
También, con energía eléctrica
La compañía también está avanzando en otra dirección para lograr el gran objetivo. Más allá de los motores que funcionan a GNC o a GNL, Scania se ha colocado a la vanguardia en los modelos de buses que funcionan con electricidad; por ello, ha realizado una alianza con ABB, multinacional que desarrolla tecnología para la generación de energía eléctrica como otra de las energías renovables. Al respecto el ingeniero de Producto de Scania, Cesar Augusto Stahlschmidt dice “Scania está trabajando en la construcción de motores híbridos para buses que funcionen con combustibles renovables y con energía eléctrica. En este punto entra a jugar ABB poniendo a disposición la infraestructura para la recarga de las baterías que le darán una alta autonomía a cada uno de los vehículos. Esto ya se está implementando en algunos países de Europa para los vehículos de transporte de pasajeros y los camiones de recolección de basura”.
Equilibrio y competitividad
Al analizar el modelo de negocios desarrollado por Scania, Adolpho Bastos, gerente ejecutivo de Scania Latinoamérica, dice: “el modelo de negocios responde al concepto modular que es exclusivo de Scania; este modelo produce un intercambio entre América Latina y Europa. Si bien tenemos la planta aquí en San Pablo también tenemos la planta en Colombres, en la provincia de Tucumán, Argentina. Esta planta tiene 600 empleados y produce alrededor de 30.000 productos, entre los que se destacan los componentes de la caja de transmisión, los diferenciales y los engranajes de los motores. De esta manera, se mantiene el equilibrio entre la fábrica de Brasil y la fábrica de Argentina para exportar al resto del mundo”.
Además del desafío imprescindible que es alcanzar la sustentabilidad hay otros desafíos de igual importancia en el horizonte de la empresa: la globalización, los mercados y la transformación del trabajo. En relación a esto Christopher Podgorski, CEO de Scania para Latinoamérica, comenta: “Si bien el problema principal del mercado en Latinoamérica es la volatilidad y la imprevisibilidad, sabemos del potencial que tiene este mercado. En Scania intentamos de sostener nuestros negocios en cuatro pilares: la sustentabilidad económica, financiera, ambiental y social. Este cuadrado mágico da la sustentabilidad. Tiene que haber un modelo de negocio para el cliente, para la sociedad y para la industria. Por eso, lo ideal sería que con nuestro impulso otras empresas tomen el compromiso de tener como objetivo un futuro sustentable”.