Donald Trump abandonó el Centro Médico Walter Reed luego de una internación que duró tres días. La pregunta que todos se hacen ahora es ésta: ¿Permanecerá aislado en la Casa Blanca como le recomiendan los médicos o se declarará exento de respetar esas reglas? La recomendación del Centro de control y prevención de enfermedades (CDC, según siglas inglesas) dice que un paciente con covid-19 deberían mantenerse “en aislamiento” durante por lo menos 10 días desde que comenzaran los síntomas.
Aislamiento significa contacto mínimo con otra persona. En el caso de Trump significaría no a las reuniones personales, no a reuniones con donantes a la campaña, no a los actos de campaña durante por lo menos otra semana. La razón es simple: los médicos piensan que las personas que se están recuperando de Covid 19 podrían seguir liberando el virus e infectando a otros durante algún tiempo.
Si Trump sigue el consejo de los científicos, tendrá que permanecer sola hasta por lo menos el 12 de octubre, apenas tres semanas antes de las elecciones generales. Si no lo hace, podría exponerse a acusaciones de que está poniendo en peligro a los demás.
Pero 10 días alejado de la campaña podría no ser suficiente para eliminar el peligro para otras personas. La Organización Mundial de la Salud dice que el aislamiento en pacientes sintomáticos debería durar por lo menos 13 días y ordena un mínimo de tres días sin síntomas antes de asumir las actividades normales.
El domingo Trump lo comenzó violando las recomendaciones al decidir salir a hacer un recorrido en auto para saludar a los seguidores que hacían guardia en el Centro Médico. El lunes tuiteó que se sentía de maravillas y que abandonaría el hospital ese mismo día.
La Casa Blanca está ansiosa por mostrar a Trump asumiendo sus tareas. Por eso es fácil imaginar que no van a tener en cuenta las recomendaciones de aislamiento, así como se abstuvieron de usar barbijos.
Mucha gente se pregunta si Trump volvió a la Casa Blanca porque realmente se está recuperando rápido o si pretende proyectar una imagen de fortaleza al público. De la administración surgen declaraciones encontradas y las de los médicos aumentan las dudas sobre cuándo fue que el presidente dio positivo, cuándo comenzó a sentirse mal, cuán seria es la enfermedad y si la Casa Blanca actuó con la suficiente velocidad para interrumpir sus apariciones en público.
Lo primero que hizo Trump al regresar a la Casa Blanca fue quitarse el tapabocas, como se puede comprobar en la foto que ilustra esta nota.
Mientras el presidente insiste en que se siente de maravillas el virus se expande entre su círculo íntimo de ayudantes y asesores y la Casa Blanca se esfuerza por responder a preguntas sobre cuándo contrajo el presidente la enfermedad o cómo son los resultados de los estudios.