Tener que sacarse los zapatos para el control de seguridad es un peligro para la salud. Prácticamente todos los pisos públicos – aeropuertos, centros comerciales, gimnasios y demás — están cubiertos de bacterias y agentes patógenos. , explica Kathryn H. Jacobsen, profesora de epidemiología en la George Mason University. Si esas bacterias se introducen en nuestra piel corremos el riesgo de contraer una infección.
la mayoría de nosotros el riesgo de contraer una infección es bajo, en parte porque esas zonas están bastante bien ventiladas y tienen pisos secos, de modo que no es probable que uno pesque hongos o verrugas plántales, dos peligros que se encuentran en ambientes húmedos, como vestuarios con duchas.
La excepción son las personas con sistema inmunológico debilitado, como quienes sufren de problemas de pie por diabetes o con cortes en los pies.
Si estás viajando con sandalias o mocasines y no llevás medias a mano, Jacobsen explica una forma para protegerte: una vez atravesado el trámite de seguridad, hay que limpiarse los pies con un pañito mojado en alcohol o con un pañito antimicrobiano.
Para todas las personas que deben cuidarse de los gérmenes puede ser una buena idea llevar botitas descartables. En realidad, las autoridades aeroportuarias deberían dar a cada pasajero un par de botitas descartables.