Una idea tal vez impracticable es la de arrastrar 2.000 kilómetros un témpano de la antártida hasta la ciudad sudafricana de Ciudad del Cabo para solucionar sus problemas de escasez de agua.
En Sudáfrica han decretado el Día Cero como el momento en que 3,7 millones de personas se quedarán sin agua en Ciudad del Cabo. Las restricciones abundan: ducha de dos minutos y sólo 50 litros de uso por día por familia. El Día Cero, por ahora se ha pospuesto, pero algunos funcionarios dicen que podría llegar en algún momento de 2019.
Para impedir que eso ocurra, Nick Sloane, experto en rescates marinos, dice que llevando un glaciar desde la antártida podría resolver el problema. El témpano ideal debería tener un kilómetro de largo, 500 metros de ancho y 250 metros de profundidad con una superficie chata. Si ese arrastre se logra, el agua del iceberg podría brindar 150 millones de litros de agua dulce por día durante un año. Eso no resolvería todos los problemas de agua de Ciudad del Cabo pero brindaría 30% de las necesidades anuales de la ciudad, según estima Sloane.
Para impedir el descongelamiento mientras se lo lleva a remolque, el témpano sería envuelto en una capa aislante durante los tres meses que duraría la travesía.
Sería una operación costosa: US$ 1900 millones por una operación con muchos interrogantes sobre su viabilidad. Sin embargo, Sloane dice que su equipo se hará cargo de todos los riesgos si el traslado es aprobado en Cape Town. “Tenemos inversores privados esperando para financiarlo”, dijo. La idea es que sloane y sus socios sólo cobrarán una suma por la entrega si la operación tiene éxito.
El proyecto se encuentra esperando la aprobación de la ciudad.