lunes, 23 de diciembre de 2024

No todo se detiene al momento de la muerte

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Los genes siguen activos y sus cambios podrían determinar el momento del deceso.

Al momento de morir el corazón deja de latir, el cerebro deja de pensar y la sangre de circular. A los genes, sin embargo, la muerte los sorprende en pleno trabajo. La expresión de los genes – que es el proceso por el cual la información guardada en el ADN se usa para crear proteínas y otras moléculas – ha mostrado que continúa en el cuerpo humano después de que la sangre ha dejado de fluir. A veces durante varias semanas. Esta actividad es la encargada de apagar el sistema inmunológico, el matabolismo, la producción de células y otros procesos básicos del cuerpo humano.

 

En un trabajo que publicó Nature Communications el 13 de febrero observar la actividad de esos genes en la persona muerta podría revelar conocimientos valiosos sobre los últimos momentos de la persona viva. En ese trabajo, un equipo internacional de científicos sugiere que al observar la expresión de esos genes en varios tejidos de cuerpos recientemente muertos puede revelar, con asombrosa precisión, el momento en del deceso.

 

“Descubrimos que muchos genes cambian de expresión en intervalos relativamente cortos después de la muerte”, dijo en un comunicado Petro Ferreira, investigador del Instituto de Patología Molecular e Inmunología de la Universidad de Porto en Portugal. Al aprender a reconocer cuándo y donde se producen esos cambios después de que el individuo muere, los investigadores podrían desarrollar modelos que pueden calcular con precisión la hora del fallecimiento.

Luego de una exhausitva investigación el equipo llegó a la conclusión que hay una especie de firma o de huella digital en el patrón de expresión genética después de la muerte que podría llegar a ser usado en la ciencia forense.

 

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