En la primavera de 1945, Harald Quandt, hijo del primer matrimonio de Magda Goebbels e hijastro de Joseph Goebbels, ministro de Propaganda Nazi, era un oficial de 23 años del ejército alemán que había caído prisionero de las fuerzas aliadas en el puerto libio de Benghazi. En su celda recibió la carta de despedida de su madre notificándole su decisión de suicidarse junto a su marido. Minutos antes, había suministrado cápsulas de cianuro a sus seis hijos en el bunker de Adolf Hitler en Berlín.
Quandt fue liberado en 1947 y siete años más tarde él y su medio hermano Herbert Quandt heredaron de su padre, Guenther Quandt, el imperio industrial que había fabricado armas Mauser y misiles antiaéreos para el Tercer Reich. Entre los activos más valiosos había una participación en la automotriz Daimler AG. Ambos compraron una parte de Baverische Motoren Werke (BMW).
Los hermanos llevan muertos varias décadas, pero el legado queda. La viuda de Herbert, Johanna Quandt, 86, y sus hijos Susanne Klatten y Stefan Quandt, siempre tuvieron visibilidad pública como principales accionistas de BMW. En cambio, las multimillonarias hijas de Harald Quandt — Katarina Geller-Herr, 61, Gabriele Quandt, 60, Anette-Angelika May-Thies, 58, y Colleen-Bettina Rosenblat-Mo (51 años) mantuvieron siempre perfil bajo.
Las cuatro hermanas heredaron unos 1.500 millones de marcos alemanes luego de la muerte de su madre, Inge, en 1978 según la biografía oficial de la familia, “Die Quandts.†Manejan su riqueza a través del fondo de inversión familiar Harald Quandt Holding GmbH, con retornos anuales de alrededor de 7%, según Fritz Becker CEO de la compañía. “La familia desea permanecer en privado y eso me parece aceptable, dijo.
Ganancias de la guerra
Las cuatro hermanas y los dos hijos de otra fallecida – comparten una fortuna de por lo menos US$ 6.000 millones peo nunca aparecieron en forma individual en ningún ranking internacional de riqueza.
El crecimiento de la fortuna de la familia comenzó en 1883 cuando Emil Quandt adquirió una fábrica textil luego de la muerte de su suegro. Al comienzos del siglo 20 Emil pasó el negocio a manos de su hijo mayor, Guenther. El joven vio una oportunidad al comenzar la guerra del 14. Sus fábricas, que ya eran las más grandes fabricantes de ropa en Alemania, cuadruplicaron su producción semanal con uniformes para el ejército, según la biografía “Die Quandts.â€
En 1922 Quandt usó las ganancias obtenidas durante la guerra para comprar la mayoría accionaria de Accumulatoren-Fabrik AG (AFA), una fábrica de baterías. Más tarde compró Berlin-Karlsruher Industriewerken AG (BKIW), una fábrica de máquinas de coser y artículos de plata. Esa planta, que en el pasado había producido armamento, había sido obligada a reorientarse como parte del acuerdo de desarme del país.
El negocio de los Quandt creció durante la República de Weimar , luego más durante la Segunda Guerra Mundial y más todavía después de la guerra, todos datos confirmados por la biografía.
En 1918 murió la primera mujer de Guenther Quandt dejando a su marido viudo con dos hijos, Hellmut y Herbert. Casó con Magda Ritschel en 1921 y el único hijo de la pareja, Harald, nació un año después. Hellmut murió en 1937 de apendicitis.
Quandt y Magda se divorciaron en 1929 y dos años más tarde ella casó con Joseph Goebbels, por entonces miembro del parlamento alemán. Cuando el nazismo se adueñó del poder, Adolf Hitler lo nombró ministro de propaganda. Ese mismo año Guenther Quandt se unió al partido nazi y sus fábricas se convirtieron en proveedor clave del esfuerzo nazi, aunqne las relaciones con Goebbels no fueran las mejores. La rivalidad, sin embargo, no afectaba la habilidad de Quandt para hacer dinero.
In 1937, presidía un grupo de empresarios de elite que eran considerados beneficiosos para la producción de materiales de guerra para el Tercer Reich. Durante la guerra fabricó baterías para submarinos y lanzaderas de cohetes. También, con Mauser, armas, municiones y misiles antiaéreos.
Entre 1940 y 1945, en las fábricas de la familia Quandt trabajaban más de 50.000 civiles que realizaban trabajos forzados, prisioneros de guerra y trabajadores de campos de concentración, según el estudio Scholtyseck, comisionado por la misma familia en 2007 luego de un documental de televisión titulado “El silencio de los Quandt†que criticaba sus actividades durante la guerra. Según el biógrafo de la familia, “Guenther Quandt no tenía mentalidad nazi, sólo aprovechaba cualquier oportunidad para agrandar su imperio personal.
Su hijo menor, Harald, vivió con su madre, Goebbels y sus cinco medio hermanos. En 1939 se unió al ejército alemán después de la invasión de Polonia, como paracaidista. Durante la guerra estuvo destinado en Grecia, Francia y Rusia antes de ser capturado en Italia en 1944 para ser enviado a la base británica en Benghazi donde recibió la nota de adiós de su madre y su padrastro Goebbels.
El Trust GmbH en Bad Homburg, funciona como compañía de inversiones para unas 30 familias con fortunas que van desde los 50 millones de euros hasta los 500 millones. . Sólo una hermana, Gabrielle, lleva el nombre de la familia y ninguna participa en el día a día de la oficina familiar. El tío, Herbert Quandt, murió en 1982 y su fortuna se repartió entre seis hijos de tres matrimonios diferentes. BMW, el activo más importante, fue heredado por su tercera mujer Johanna Quandt y sus hijos Stefan Quandt, 46, y Susanne Klatten, 50. Los tres multimillonarios tienen 46,7% de la automotriz con sede en Munich, según el informe anual de la compañía. Después de la publicación del informe Scholtyseck en 2011, los primos Gabriele y Stefan Quandt reconocieron sus lazos familiares y la participación en el Tercer Reich.
Extractado de una investigación de David De Jong en Nueva York