Los que lo pueden evitar, o sea los que tienen auto, usan menos el subterráneo, probablemente por la peste.
Los neoyorkinos están comenzando a evitar el subterráneo, especialmente si tienen los medios para recurrir a otras opciones de tránsito, o para quedarse en su casa.
Según los datos obtenidos por la publicación Quartz de la Metropolitan Transit Authofity (MTA), los viajes matutinos en el subte cayeron 2,5% el 5 de marzo comparado con el 27 de febrero, ambos días jueves.
En 79% de las estaciones, hubo menos entradas matutinas que la semana anterior. El cambio no se sintió con la misma intensidad en todas las zonas de la ciudad. Las estaciones en las áreas más ricas mostraron mayor declinación.
Las estaciones ubicadas en zonas que según el Censo habitan hogares con una media de ingresos de más de US$ 100.000, la caída promedio fue de 6,7% comparada con 2,5% en estaciones en zonas con una media de ingreso familiar inferior a US$ 100.000, según cifras de 2018. En promedio general, los viajes en subte cayeron 3,5%.
Esto podría ser porque las familias más ricas en Estados Unidos tienen mucha más posibilidad de trabajar desde el hogar que las más pobres. La gente que habita los barrios de altos ingresos tiene más probabilidades de usar medios de transporte más caros, como taxis o remises