Más plantaciones forestales, papel, madera y tecnología

AFCP, AFoA, ASORA y FAIMA son las 4 entidades nucleadas en el ConsejoForesto Industrial Argentino (CONFIAR), las cuales conforman toda una cadena productiva y virtuosa que puede motorizar el desarrollo nacional, deorma concreta e inmediata.

7 septiembre, 2023

Esto se logra a través de la expansión sostenible de las plantaciones forestales, la protección y gestión sostenible de bosques nativos, la industrialización integral de la madera y el creciente valor por los servicios ambientales de los bosques – como es la captura de CO2.

 El Consejo Foresto Industrial Argentino (CONFIAR) representa a un sector y a su industria asociada que en conjunto involucran 1,3 millones de ha. de plantaciones forestales; 53 millones de ha. de bosques nativos; exportaciones por 550 millones de dólares; 100 mil empleos directos; 6000 Pymes de la cadena madera-muebles. Actualmente la foresto industria en Argentina tiene amplias posibilidades de expandirse promoviendo economías regionales, con un impacto positivo en empleos y en divisas de manera inmediata.

En este contexto, los principales productos de esta industria son y están visibles en cada momento de la vida. Cuadernos y carpetas, libros y diarios, papeles tissue, cartones, cajas, sillas, mesas, pisos, techos y todo tipo de muebles y construcciones de madera y muchísimas aplicaciones que pasan un tanto más inadvertidas. Los productos de base forestal –cuando provienen de gestión sostenible- son ambientalmente positivos; renovables, reciclables y carbono neutro o negativos, colaborando tanto a la economía circular como a la mitigación del cambio climático.  A pesar de ello, se han instalado mitos con respecto a consumir papel o productos de madera como negativos al ambiente. Por ello, AFCP en conjunto con Two sides han hecho una interesante encuesta sobre la percepción de la población sobre los bosques y sus productos, en particular, los vinculados al sector de papeles con interesantes conclusiones.

Two Sides – entidad sin fines de lucro, creada en Reino Unido en 2008 y con el apoyo de 42 entidades vinculadas al sector – tiene como objetivo luchar contra el “greenwashing” y mostrar como el papel, la comunicación impresa y los empaques son altamente sostenibles, además de atractivos y efectivos. Esta entidad ha finalizado recientemente su TREND TRACKER SURVEY 2023, un sondeo que se realiza en 16 países (Alemania, Argentina, Austria, Bélgica, Brasil, Chile, Dinamarca, Estados Unidos, Sudáfrica, Finlandia, Francia, Italia, Noruega, Paraguay, Reino Unido y Suecia) y entre más de 10 mil consumidores. En Argentina, este estudio – compuesto de 20 preguntas y que se realiza cada dos años – contó con 422 participantes, con edades comprendidas entre 18 y 65 años, de los cuales 207 son mujeres y 209, hombres. Asimismo, esta investigación abarca 4 pilares fundamentales en cuanto al uso del papel:

1) HÁBITOS DE LECTURA – en donde se busca comprender las actitudes de los consumidores hacia la lectura, la publicidad y lo digital.

2) PERCEPCIONES AMBIENTALES: el foco puesto en comprender las preferencias de los consumidores hacia el medio ambiente.

3) PREFERENCIAS DE EMBALAJE: para saber cuáles son las preferencias de los consumidores hacia los envases.

4) ACTITUDES HACIA LOS PRODUCTOS DE PAPEL TISSUE: para descubrir cuales son las percepciones de los consumidores sobre el consumo de papel sanitario.

“A nivel mundial, la encuesta encontró una percepción positiva del impacto ambiental del papel y de los envases de cartón. Sin embargo, especialmente en América Latina, los consumidores y las empresas aún necesitan estar ampliamente informados sobre el origen sostenible de estos productos, su alta tasa de reciclaje y su biodegradabilidad. En el mundo hay una conciencia creciente del hecho de que no hay deforestación para la producción de celulosa y papel, pero en América Latina la mayoría de la población todavía cree que el papel es un enemigo de los bosques nativos. Asimismo, aún queda mucho por avanzar para aclarar los conceptos erróneos que rodean el impacto ambiental de estos materiales, por lo que es necesario desacreditar los mitos que aún rodean su producción”, dice Fabio Mortara, presid ente de Two Sides América Latina.

PRINCIPALES CONCLUSIONES

CÓMO NOS GUSTA LEER A LOS ARGENTINOS: si se trata de libros, es indiscutida la preferencia nacional que tiene un alto índice preferencial de lectura en papel, por sobre cualquier otro medio. Este índice es mayor al 71%, incluso supera los estándares con mayor aceptación de Europa. Por el contrario, se nota una fuerte tendencia a dejar de leer diarios en papel, notándose una tendencia ascendente hacia medios digitales (44% de los encuestados). Así y todo, existe una gran preocupación a que los diarios impresos dejaran de circular.

Esto demuestra una clara conciencia y preferencia hacia un aprendizaje a través de libros que, por medios digitales, unido a la preocupación por el tiempo dedicado a estar frente a pantallas o teléfonos.

Se destaca también una preferencia a leer revistas en papel, informes médicos y exámenes de todo tipo. Por el contrario, estados de cuentas bancarias, impuestos, publicidades y otros ítems similares hoy se privilegian en lectura digital.

El sector foresto-industrial es una fuente de empleos y crecimiento sostenible para el país. El 100 % de la producción de papel que utiliza madera en Argentina se provee de madera certificada por gestión sostenible o madera controlada auditada por sellos internacionales como FSC y PEFC y con cadenas de custodia al origen. Esta madera no proviene de bosques nativos y se produce bajo principios y criterios aceptados internacionalmente como de gestión sostenible. Es, además, carbono neutro y colabora con la mitigación del cambio climático y puede colaborar en la transición energética y productiva para el carbono neutralidad del país.

Es decir, el papel que utilizamos y consumimos, en todas sus formas, está hecho en base a árboles que han sido plantados especialmente para ser consumidos, del mismo modo que un tomate o un maíz – por ejemplo – se plantan para su posterior cosecha y consumo.

“Nos preocupa cómo se mantiene y promueve el mito de que consumir papel afecta a los bosques. En Argentina, el papel se produce a partir de pino, eucalipto o álamo (aptos para papel) que se plantan previamente.  No se cortan árboles de bosques nativos.  Tenemos un alto potencial forestal en el país, pero, aun así, Argentina importa alrededor de 1 mil millones de dólares anuales en productos de papel. Somos históricamente deficitarios. Tenemos la oportunidad de revertir esto e impulsar más empleo y producción en las regiones del país.  El desafío es generar las condiciones para atraer esas inversiones necesarias, tal como lo han hecho los países veci nos.  Esto permitiría potenciar el desarrollo de las economías regionales, aumentar las exportaciones y mejorar la balanza comercial del sector. El compromiso es hacerlo a través de una gestión sustentable, en donde la forestación contribuye a la mitigación del cambio climático y la reciclabilidad del papel potencie la Economía Circular. E insistimos, sin afectar ni un árbol de los bosques nativos”, explica Claudio Terrés, presidente de la Asociación de Fabricantes de Celulosa y Papel (AFCP)  

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