Los jóvenes revolucionan los espacios de trabajo

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El desafío es tener oficinas acordes con nuevas concepciones laborales

El concepto de Workplace Strategy se impone cada vez más: se trata de encontrar los cambios que generen un mejor ambiente y una mayor productividad.

“Acciones para reducir costos”: esa era la primera idea que surgía al pensar en la estrategia para el lugar de trabajo o Workplace Strategy. Sin embargo, en la actualidad ese concepto se complejizó considerablemente. Modificaciones en las estructuras organizativas, metodologías ágiles de trabajo, múltiples generaciones desempeñándose en conjunto y nuevas tecnologías constituyen algunas de las variables de cambio que empujan a repensar la forma en la que se trabaja y el ámbito.

“La naturaleza de Workplace Strategy está evolucionando tan rápidamente que mantenerse al día y a la vanguardia es un reto difícil de alcanzar; las empresas deben desafiarse a sí mismas constantemente para romper viejos hábitos en cuanto a costos operativos e inmobiliarios”, explica Gabriel Caruso*, director del área de Project Management y Workplace Solutions de Colliers International Argentina.

La estrategia del espacio de trabajo tiende a la obtención de mayor eficiencia y productividad al tiempo que brinda satisfacción a los miembros de una compañía. Las tendencias estratégicas acerca de la transformación del lugar de trabajo no son aplicables de modo estándar para todas las organizaciones; cada empresa deberá bucear en las características de su negocio, las cualidades de su fuerza laboral y su cultura organizacional para encontrar el cambio justo.

Agente de retención y atracción de talento

El “capital humano” es considerado el activo más importante para las empresas y con el paso del tiempo gana cada vez mayor protagonismo. El deber del espacio de trabajo es transformarse en un agente de retención y atracción de talento, que aporte bienestar a los individuos que lo habitan sin descuidar la imagen corporativa. Se busca una personalización de ese sitio porque la nueva fuerza laboral busca un equilibrio entre la vida profesional y la personal. En sintonía, la experiencia de usuario debe estar detalladamente diseñada y pensada. La clave está en basar la estrategia en la independencia y la autonomía, con foco en la flexibilidad y el reemplazo de prácticas genéricas por otras específicamente ideadas para cada colaborador, y orientadas a retener a los mejores.

“En la actualidad gran parte del trabajo es remoto y flexible, y el ambiente físico en el que se desarrolla reconfigura su rol como escenario de experiencias sociales y de colaboración que potencian el capital humano. Hoy se concibe a las oficinas como el centro de las interacciones sociales dentro de una empresa, con un enfoque de empoderamiento y confianza en el empleado, que le permite elegir cómo, cuándo y dónde trabajar con el afán de transformarse en una ventaja competitiva para la organización”, indica Caruso.

Millennials, centennials y tecnología

La clase “Y”, más conocida como Millennials, representa junto con la generación Z, nacidos entre finales de la década de los 90’ y principios de los 2000, el 60% de la fuerza laboral actual a nivel mundial.

Estas generaciones traen consigo innovación en los métodos laborales y diferentes exigencias y expectativas. De esta manera, el espacio deberá responder fluidamente con flexibilidad y adaptabilidad a situaciones de trabajo colaborativo, en áreas compartidas, con versatilidad para reconfigurarse constantemente. Ambientes que favorezcan los encuentros y las reuniones informales pero que a su vez permitan los momentos de trabajo de enfoque y concentración, como aquellas situaciones que requieran privacidad son parte de la nueva configuración de los espacios laborales.

Durante las últimas décadas, la tecnología adquirió un rol protagónico y avasallante en todos los escenarios de la vida, sobre todo en los patrones de consumo y en las experiencias diarias de usuario. LosMillennials y Centennials son profundos conocedores y amantes de la tecnología; cada vivencia tiene relación directa con un avance tecnológico que facilite su desempeño y genere mayor satisfacción, productividad y eficiencia. Los espacios tradicionales pensados genéricamente ya no son capaces de brindar soluciones eficientes para dar soporte a este nuevo panorama en el que el usuario es cada vez más exigente y requiere del ámbito de trabajo la misma “customización” que encuentra en todas las esferas en las que se desempeña.

Caruso puntualiza: “No podemos ignorar otro factor del contexto actual que es la necesidad de optimizar el uso del espacio físico, un bien cada vez más preciado, caro y escaso. Cambiar de un modelo de apego al lugar fijo y asignado, mutando a metodologías nómades (aunque sea parcialmente) permite desprendernos de metros cuadrados desaprovechados o innecesarios, ya que la manutención de un puesto de trabajo en desuso se traduce en un desperdicio de esos m2 y, por ende, de costos”.

Para cualquier paso que implique cambios, el compromiso continuo de los ejecutivos y empleados es fundamental. Finalmente, para realizar una óptima gestión de Workplace Strategy siempre es necesario buscar expertos que puedan resolver cada aspecto de su desarrollo.

La visión de los espacios de trabajo como aquellos lugares a los cuales se asiste para realizar determinadas tareas y que sólo brinda las herramientas y la conectividad necesaria ya quedó atrás. Hoy debe responder a las nuevas necesidades de colaboración, comunicación e innovación en constante evolución que proponen las nuevas generaciones.

*Gabriel Caruso es arquitecto, PMP certificado en el PMI (Project Management Institute) y con más de 20 años de experiencia. Es director de Project Management y Workplace Solutions en Colliers International para los mercados de Argentina y Uruguay.

 

 

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