La presencialidad mejoró salud y ánimo de adultos mayores

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Un relevamiento dentro de la comunidad del CEPRAM (especialistas en adultos mayores)  manifiesta una relación entre aquellos adultos mayores que retomaron sus actividades sociales con la mejoría de su salud y de su estado de ánimo.

Por el contrario entre quienes disminuyeron sus encuentros o aún no se animaron a retomar las actividades sociales, la manifestación mayoritaria es que tanto su salud como estado de ánimo está igual que antes y en menor medida que mejoró.

El relevamiento, a través de una encuesta difundida en nuestra comunidad, tuvo la intención de recoger datos sobre el impacto de la vuelta plena a la presencialidad después de las restricciones causadas por la pandemia.

Como todos sabemos los adultos mayores no solamente fueron objeto de las medidas más estrictas del aislamiento, sino que sobre ellos pesaba la fatalidad del COVID-19. Desde la imposibilidad del encuentro hasta los protocolos para las visitas, los adultos mayores fueron el grupo poblacional con más dificultades en la circulación durante los dos años más restrictivos de la pandemia.

El CEPRAM retomó presencialmente las clases este año con los protocolos vigentes y la demanda del carnet sanitario. En la institución tuvo un impacto profundo el reencuentro y decidimos relevar los datos para conocer un poco más sobre los alcances subjetivos de la vuelta a las clases. La encuesta se llevó a cabo en el marco del cierre del primer cuatrimestre y en la apertura de inscripciones para la segunda parte del año.

La encuesta

El instrumento tuvo en primer lugar una pregunta filtro: volviste o no a las actividades. A partir de eso, se desplegaban dos encuestas iguales que pretendían comparar los resultados obtenidos entre los dos grupos, que en total fueron 185 personas.
Las preguntas comparativas fueron: sobre la salud, las visitas al médico, las reuniones sociales, la memoria/atención, el estado de ánimo, las sensaciones de temor/ansiedad, los sentimientos de tristeza/angustia, de alegría/optimismo, los sentimientos de confianza, el deseo de aprender cosas nuevas, si tuvo covid (y cuándo), edad y género.

Los resultados

Sobre la salud
Entre los que volvieron a sus actividades, el 43 % manifiesta que su salud mejoró, y el 53% que está igual. Entre los que no volvieron, el 66% dice estar igual y sólo el 11% que mejoró su estado.

Sobre las reuniones sociales
Entre los que retomaron actividades, el 63,9% reveló que sus reuniones sociales aumentaron, el 29,1% que están igual y tan solo el 7% que disminuyeron. Entre los que no volvieron, el 51,9% manifiesta que sus reuniones sociales disminuyeron, el 25% que están igual y el 22% que aumentaron.

Sobre el estado de ánimo
El 78% de las personas que manifiesta haber retomado actividades, expresó que su estado de ánimo mejoró, el 18% que está igual y tan solo el 3% que empeoró. Dentro de los que no retomaron, el 66,7% está igual, el 22% dice haber mejorado y el 11% que empeoró.

Visitas al médico
En este punto encontramos una coincidencia. El 74% de quienes retomaron sus actividades, manifiesta haber mantenido igual sus visitas al médico, y el 77% de quienes no volvieron exponen lo mismo. La diferencia está en que entre quienes volvieron, el 21,5% dice haber reducido sus visitas al médico, y ese valor desciende a 11% entre quienes no lo hicieron.

Los resultados se repiten con una regularidad cuando desagregamos el “estado de ánimo” entre sensaciones de temor, tristeza, alegría y confianza: quienes volvieron a sus actividades en su mayoría manifiestan haber mejorado estas variables. En cambio, entre quienes no retomaron, la variable más elegida es que “están igual”.

Hay otro valor que surge como coincidencia entre los dos grupos y es el deseo de aprender cosas nuevas. Entre quienes no retomaron, el 66% manifiesta que aumentó desde que volvimos a la presencialidad, y ese valor asciende a 74% entre quienes volvieron.

 

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