Ya es un hecho que la pandemia revirtió el proceso de superpoblación de las grandes ciudades y frenó lo que parecía irreversible. Las mismas personas que años atrás emigraban hacia las ciudades en busca de oportunidades laborales, durante los largos meses de pandemia, encierro y trabajo remoto comenzaron a emprender el camino contrario y mudarse a pueblos más pequeños, más tranquilos y con más verde.
El demógrafo William H. Frey analizó los datos publicados recientemente por el U.S. Census Bureau y calcula los cambios anuales en la población de las ciudades estadounidenses. El estudio revela que las ciudades que mostraron el mayor crecimiento negativo desde julio 2019 a julio 2020 – el año que comenzó la pandemia del coronavirus – fueron aquellas con poblaciones que superaban el millón de habitantes (10 ciudades). Aquellas con poblaciones entre 500.000 y un millón (27 ciudades) y aquellas con poblaciones entre 2150.000 y 500.000 (52 ciudades).
Aunque cada categoría registró un evidente menor crecimiento en los últimos cuatro años en comparación con el resto de la última década, el crecimiento negativo fue especialmente agudo en las ciudades con más de un millón de habitantes. Esa tendencia al crecimiento negativo se manifestó aun más durante todos los meses de la pandemia