Donald Trump vive felicitándose y haciendo gala de su fortaleza y su buena salud.
Pero ahora el equipo que lo rodea ha sido acusado de photopear su imagen para mostrarlo en mejores condiciones físicas. A él se lo acusa de postear imágenes retocadas de sí mismo. Comparándolas con otras fotografías que no salen por Internet, las diferentes son evidente.
Las arrugas de su saco han sido alisadas, y su figura, especialmente el cuello, aparece más delgada. Su cabello aparece más prolijo y su cara más luminosa.
Una de las diferencias más llamatias es que los dedos parecen haber sido alargados. Comediantes y políticos de la oposición se han burlado repetidamente del tamaño de sus manos.
No es la primera vez que se lo acusa de mejorar su imagen para mostrarla en Internet.