En el sector salud, el mantenimiento de instalaciones generales e instalaciones especiales como quirófanos, salas de tomografía, salas de rayos X, entre otras, exige de una observación continuada de las condiciones de temperatura y ambiente, ya que las máquinas y entornos dependen de ciertas variables para su óptimo funcionamiento.
¿Cómo impactaría en un hospital que el site de datos se detuviera por un aumento de temperatura? La conservación de órganos y un quirófano tienen algo en común: requieren de condiciones claras de temperatura, presión, humedad, y el uso de energía en niveles adecuados que permitan el entorno necesario para su conservación, preservación o, en su caso, para evitar infecciones intrahospitalarias y, en extremo, pérdidas humanas.
El seguimiento de las métricas correctas no sólo se realiza para los equipos médicos o dispositivos, también para los entornos donde existe equipo electrónico centralizado de datos, e instalaciones en general. Asimismo, es vital el monitoreo de la corriente eléctrica y sus respaldos, ya que en un hospital no puede fallar la energía.
“En el pasado, en equipos biomédicos, por ejemplo, una persona tomaba las lecturas y ocurría que cuando la temperatura se elevaba, el aparato se apagaba, deteniendo los procedimientos que se estuvieran llevando a cabo en ese momento. Hoy, es posible detectar con oportunidad los fallos, posibilitando una reacción inmediata del personal de mantenimiento y reduciendo de forma drástica el paro de la máquina en cuestión”, explica Montzerrat Castañón Tejada, experta en Internet de las cosas (IoT) en Fracttal.
Un informe de Reino Unido sobre el uso de medicamentos, señala que las infecciones intrahospitalarias provocan la muerte de 700 mil personas por año en el mundo y se estima que, si no se toman medidas, en 2050 la cantidad aumentará a 10 millones de personas.
Respecto de los quirófanos, éstos requieren de ciertas condiciones de humedad y un sistema de filtrado de aire acondicionado, para reducir las infecciones. La tecnología vía sensores de monitoreo permite una reducción de hasta un 15% de las infecciones postoperatorias, al preservar las condiciones ambientales y mejorando la estrategia de mantenimiento del equipo de aire acondicionamiento en la sala.
Otro activo hospitalario estratégico son los refrigeradores, los que deben ser monitoreados con gran precisión. El foco es salvar el contenido de las neveras y su contenido, vacunas, el cual es muy delicado por su alto valor para salvar vidas humanas.
“Los refrigeradores contienen material termosensible y éste debe estar bien controlado a temperaturas y parámetros determinados. Si se pierde la carga térmica de ese refrigerador, aparte de que representaría un terrible dolor de cabeza para la empresa o institución, también significa una pérdida en el tema procedimental”, señala la especialista.
Datos obtenidos a partir de cuántas veces se llevó a cabo una medición o se detonaron alertas y qué acciones se llevan a cabo, son parte del monitoreo. Con esto, se busca reducir el umbral de fallas en los activos hasta en un 25%, mejorando el costo de mantenimiento en al menos un 15%, e incrementando su productividad en más de un 35%.
Para Castañón Tejada es esencial la conexión de dispositivos para dar inteligencia al mantenimiento: “Los datos generan una acción que previene o aminora drásticamente la posibilidad accidentes y riesgos operativos, no solamente se queda en la toma de la muestra (datos históricos, qué fue lo que pasó y cuáles fueron las fallas), sino que se genera una trazabilidad y una acción oportuna de parte de los diferentes actores del mantenimiento.
“Hablar específicamente del sector salud, es hablar de operaciones críticas donde siempre debe de estar la maquinaria, instalaciones o insumos, en las condiciones óptimas para poder brindar el mejor servicio que redunda en preservar vidas humanas”, finaliza la experta en Iot de Fracttal.