A menos que los usuarios borren sus cuentas de Instagram para la segunda quincena de enero, no podrán salirse de las apretadas políticas de privacidad que anunció la compañía ayer. Desde ese día podrán compartir información de los usuarios con Facebook, que los compró hace algunos meses, y también con agencias de publicidad y compañías. Todos estos cambios tienen como objetivo monetizar la aplicación, algo que no han podido hacer todavía.
En los nuevos términos y condiciones los usuarios aceptan que las compañías que paguen puedan mostrar al usuario y sus fotos sin compensación alguna. Desde la empresa dijeron que los cambios están relacionados con una mejor integración con Facebook, es decir, para poder combatir mejor el spam, detectar sistemas inseguros y crear mejores características.
Sin embargo, la nueva política ha generado enojo entre usuarios de redes sociales. Algunos inclusive han amenazado con borrar la aplicación si no hay una retractación oficial. La llaman “la nota de suicidio de Instagramâ€.
Algunos analistas han dicho que las nuevas reglas son un golpe a la reputación de Facebook que aliena a algunos usuarios. Lo cierto es que cada vez que la red social de Zuckerberg actualizó sus términos y condiciones en lo relativo a la publicidad, los usuarios reaccionaron negativamente. Sin embargo, saben que tienen una masa crítica y que aunque las medidas causen enojo no perjudicarán el negocio.