La consultora analizó doce sectores industriales y cómo cada uno de ellos se encuentra en una posición única para avanzar y que podrían agregar US$ 4.500 billones en crecimiento mundial.
La pandemia de COVID-19 ha puesto de manifiesto nuestra interconexión global y la dependencia colectiva de los demás como nunca antes. Este momento sin precedentes exige una acción concertada de las empresas, los gobiernos y la sociedad civil para construir un futuro equitativo, resiliente y sostenible para las personas y el planeta. El desarrollo sostenible impulsa la resiliencia, que es una de las razones por las que los stakeholders exigen que las empresas se reconstruyan para mejorar. Con el pleno compromiso de la comunidad empresarial, podemos lograr el impacto necesario para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas para 2030 y mitigar futuras crisis económicas de la magnitud del COVID-19.
Un nuevo reporte de Accenture analiza doce sectores industriales y cómo cada uno de ellos se encuentra en una posición única para avanzar en los ODS, a la vez que pueden alcanzar una reducción de costos y riesgos, el fortalecimiento de la confianza de los stakeholders, al mismo tiempo que identifican nuevas oportunidades de crecimiento.
Incluso antes de la pandemia, el mundo no estaba avanzando a la velocidad ni a la escala necesarias para alcanzar los ODS en 2030. Se prevé que la pobreza extrema siga siendo de 6% hacia 2030. El hambre aumentó por tercer año consecutivo. Las emisiones de gases de efecto invernadero siguieron al alza. Las desigualdades de género persisten. Las instituciones no fueron lo suficientemente eficaces para hacer frente a todos estos retos. Accenture trazó un mapa de los impactos a corto y largo plazo de la pandemia con en las metas de la ONU. La conclusión: La pandemia plantea graves desafíos a corto plazo y dificulta el progreso a largo plazo de los 17 objetivos. Aunque la pandemia afecta a todos los ODS, los relacionados con cuestiones socioeconómicas se ven afectados de forma desproporcionada.
Los stakeholders -incluidos los consumidores, empleados e inversionistas- exigen a las empresas que actúen de forma sostenible y responsable. Accenture encuestó a 8.529 consumidores en 19 países y descubrió que dos tercios de los consumidores (67%) espera que las empresas inviertan en soluciones a largo plazo, sostenibles y justas después de la crisis. Además, 71% de los inversionistas está de acuerdo con que el COVID-19 aumentará la concienciación y las acciones para hacer frente a los riesgos relacionados con el cambio climático y pérdidas de biodiversidad.
Alejandra Ferraro, HR Lead para Accenture Latam, destacó que “todos los desafíos presentan oportunidades, y las organizaciones pueden mitigar proactivamente el riesgo de futuras crisis, del creciente malestar social, abordando estas cuestiones de forma directa. Las empresas se están dando cuenta del valor de integrar la sostenibilidad en sus operaciones y productos.
Entre 2013 y 2020, las compañías con calificaciones consistentemente altas en cuanto a desempeño ambiental, social y de gobernanza (ESG) superaron a sus pares en crecimiento, logrando márgenes operativos 3,7 veces más altos que las empresas con menor rendimiento ESG y un rendimiento total anual 2,6 veces mayor”.
El Pacto Mundial de las Naciones Unidas, Accenture y SAP establecieron puntos de referencia para avanzar en estos objetivos y medir el progreso de forma holística junto con los indicadores empresariales tradicionales. Al integrar estos puntos en la estrategia y las operaciones empresariales, las organizaciones pueden reducir los costos y los riesgos, reforzar la confianza de los stakeholders y encontrar nuevas oportunidades de crecimiento sostenible.