El planeta ya no es estable. En junio una ciudad en la Siberia Ártica registró 38º de calor, 10 grados más del promedio para la estación. Los datos muestran que la temperatura en el Ártico se está elevando al doble de la velocidad del resto del planeta.
El Polo Sur se está calentando tres veces más rápido del prometo en el resto del mundo. Hay señales de que varias partes de la Antártida han pasado ya el punto máximo calculado y que el hielo se derretirá inexorablemente en gran escala. La deforestación de la selva amazónica está reduciendo su capacidad de almacenar dióxido de carbono.
Con cada década que pasa los científicos tienen ir cada vez más atrás en el tiempo para encontrar condiciones atmosféricas comparables. Para 2025 los gases de invernadero alcanzarán niveles no vistos en más de 3 millones de años, cuando la temperatura promedio era 3-4º y el nivel del mar 20 metros más alto.
Los impactos económicos y humanos de ese aumento serán devastadores, dice Johan Rockstrom en el Financial Times. Los investigadores dicen que un aumento de 1 grado en la temperatura promedio global pone a mil millones de personas más fuera de la zona climática óptima para la producción de alimentos y el trabajo al aire libre.
Hay evidencia suficiente para extraer las siguientes conclusiones : ha llegado la hora de declarar una emergencia planetaria.