Científicos brasileños y alemanes esperan que los datos recogidos en el observatorio les permitan entender mejor las fuentes de gases de efecto invernadero en la atmósfera.
Una vez finalizada, la torre será el complemento de un observatorio similar ya construido en Siberia Central.
La torre, que estará apoyada por otras cuatro de 60 metros de altura, podrá registrar los niveles de gas carbónico en la atmósfera sobre el bosque hasta 2.000 kilómetros de distancia.
Según Paulo Artaxo, profesor de física de la Universidad de San Pablo, la gigantesca torre tendrá una estructura triangular de acero anclada al suelo con cables e estará emplazada a unos 150 kilómetros al norte de Manaos, capital del estado de Amazonas.
El proyecto estará coordinado por el Instituto de Investigaciones de la Amazonía de Brasil (Inpa) y por el Instituto Max Planck de Química, de lado alemán.
Los representantes de ambos países también firmaron un acuerdo para mantener diálogos regulares para dar soporte a estudios e investigaciones en las áreas de ciencia, tecnología e innovación.