domingo, 22 de diciembre de 2024

Estudio, víctima del “multitasking”

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Paul A. Kirschner y Pedro de Bruyckere destruyen “El mito de los alumnos multitarea”.

Hay dos mitos, dice el autor en su trabajo. El primero es el de los nativos digitales, que dice que los niños adquieren de forma natural (no aprendida) una serie de habilidades metacognitivas necesarias para una multitud de estrategias de aprendizaje. El segundo, el del humano multitarea, que da credibilidad a supuestas capacidades de la arquitectura humana.

 

Aplicado a los seres humanos el término “multitarea” significa que una persona es capaz de realizar simultáneamente dos o más tareas de procesamiento de información (o pensamientos); o sea que una persona puede realizar a la vez distintas tareas que necesitan, todas, un procesamiento cognitivo de la información (por ejemplo, leer un correo o chatear con alguien online mientras escuchamos una exposición en clase o participamos en un grupo de trabajo).

 

El problema aquí es que el cerebro humano dispone de un único núcleo y que esta arquitectura del sistema cognitivo humano (es decir, cómo funciona el cerebro)- al igual que en una computadora de un solo núcleo- solo nos permite saltar de una tarea a otra; lo que hacemos entonces es realizar un número variado de tareas cognitivas o tareas parciales en una rápida sucesión en lugar de hacerlas todas de forma simultánea.

 

Los seres humanos, debido a su arquitectura cognitiva (Sweller, Ayres y Kalyuga, 2011) son capaces de hacer mas de una cosa a la vez “solo si todas las actividades que están llevando a cabo están completamente automatizadas” (es decir, que no requieren un proceso cognitivo). Una excepción podría ser la de caminar y hablar a la vez, aunque incluso en ese caso se ha demostrado que también pueden ser susceptibles de llevar a fallos y accidentes.

 

En general, la investigación ha demostrado que cuando pensamos o llevamos a cabo cualquier otro tipo de procesamiento de información de forma consciente para completar una tarea, la gente no es capaz de hacer varias cosas a la vez y puede, en el mejor de los casos, cambiar  rápida y aparentemente sin muchos problemas de una actividad a otra. La palabra clave aquí es, nuevamente, “aparentemente”.

 

Entonces, de lo que estaríamos hablando en realidad es de “task-switching”, o sea de una alternancia en las tareas. Cuando alguien alterna entre tareas, primero cambia el objetivo y después toma una “decisión” para desviar la atención de lo que se estaba haciendo y dirigirla a la nueva tarea. Entonces se activa una pauta para que las instrucciones y procesos que servían para la primera tarea se desconecten y se enciendan aquellos que sirvan para la segunda tarea. Esta alternancia de tareas conlleva la división de la atención, y debido a que cada tarea compite con las demás por acaparar los limitados recursos cognitivos disponibles, realizar una tarea interfiere con las otras. 

 

Alumnos, estudio y redes sociales

Tom Bennett, maestro, padre y asesor del gobierno británico sobre conductas escolares, dice que es un total “mito” es de que los adolescentes son personas “multitasking”  que pueden manejar simultáneamente las redes sociales y entretenimientos online mientras siguen estudiando. 

Bennett, director y fundador del grupo ResearchEd group que difunde investigaciones educativas entre maestros y profesores, dice que la  evidencia señala que las distracciones online dañan el aprendizaje. El estudio y el repaso necesita foco y concentración, dice, dos procesos que están siendo aplastados por la implacable demanda de atención de las redes sociales. 

Parte del problema es que cuando un alumno está estudiando online, el trabajo está a un clic de distancia del juego y viceversa.  Las redes sociales esperan en la misma pantalla que el estudio. El patio y la biblioteca están en el mismo lugar. 

 

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