La revisión incluirá un análisis de la forma en que los 787 fueron diseñados, fabricados y ensamblados. También implicará el examen de los sistemas eléctricos fundamentales y cuestiones de control de calidad.
A la entidad le preocupan los recientes incidentes, buscará las causas y hará todo lo posible por asegurar que no vuelvan a ocurrir, según manifestó a la prensa Ray LaHood, el secretario de transporte.
El administrador de la FAA, Michael P. Huerta, dijo que la revisión, además de los sistemas eléctricos, analizará las baterías, los sistemas de distribución de potencia y la forma en que interactúan entre sí.
Sin embargo, la revisión no exigirá que la flota se mantenga en tierra. Boeing entregó 50 de esos aeroplanos desde el primer vuelo comercial en noviembre 2011 y tiene pedidos para más de 800. Ya hay ocho aerolíneas volando el 787: All Nippone Airways y Japan Airlines en Japón., Air India, Ethiopian Airlines, LAN Airlines de Chile, la polaca LOT, Qatar Airways y United Airlines.
No es común que la FAA inicie una revisión de un avión que ya ha sido certificado, por lo que señala preocupación por parte de los reguladores.
Un vocero de Boeing dijo que la compañía está colaborando activamente con la FAA para entender y solucionar los temas relacionados con la nueva aeronave. Dijo también que si bien ellos toman cada asunto con la debida seriedad, nada de lo que han visto en el servicio les hace poner en duda las capacidades del avión.
La revisión se realiza en medio de una investigación iniciada por el National Transportation Safety Board para averiguar por qué el paquete de baterías se incendió en un 787 estacionado en el aeropuerto internacional Logan en Boston el lunes pasado. El fuego se produjo en un avión de Japan Airlines arribado desde Tokio después de que los pasajeros y tripulación hubieron abandonado la nave.