También alentándolos a asumir riesgos controlables y teniendo claros los objetivos a concretar”. Además, indica Henry Seeber, un buen líder coopera y se involucra con su equipo. Aconseja, motiva y orienta a los colaboradores para incentivar su desarrollo de carrera y crecimiento personal.
“Todo líder debe ser consistente con lo que dice y hace, predicar con el ejemplo. La honestidad, la transparencia, la empatía y calidez humana son valores que me identifican e identifican a American Express. Promover el trabajo en equipo es una prioridad dentro de mi rol”.
–¿Considera que aquello que se esperaba de un CEO 10 años atrás es muy diferente a lo que se espera ahora? ¿Qué nuevas habilidades, formación o herramientas (internas y externas) se necesitan hoy para garantizar un liderazgo positivo?
–Lo que se espera hoy de un líder es muy distinto a lo que se esperaba hace tres años atrás. La pandemia puso a prueba al mundo entero obligándonos a reinventarnos en tiempo récord y a romper con todos los paradigmas previamente establecidos. Tomando en cuenta lo que atravesamos, creo que un atributo fundamental es la capacidad para adaptarse rápidamente al cambio. Hoy quienes tenemos un rol en el liderazgo debemos estar atentos a los constantes cambios del entorno, propiciar la mejora continua en los procesos a través de la innovación, valorar el éxito de los colaboradores y, también, tener humildad para reconocer los errores y aprender de ellos. Es clave la escucha activa de recomendaciones e ideas para luego tomar decisiones con consenso.
–¿Cuáles son los principales desafíos que enfrentan los CEO a fin de llevar adelante una gestión exitosa? ¿Qué situaciones o aspectos son los más difíciles en la gestión del día a día y cómo se maneja el equilibrio entre lo importante y lo urgente?
–Uno de los grandes desafíos es la adaptación al cambio constante toma de decisiones en forma rápida. Por otro lado, hay que estar atento a las nuevas tendencias y a las necesidades de las nuevas generaciones en el ámbito laboral.
En este sentido, la flexibilidad es un factor clave. Los modelos híbridos de trabajo llegaron para quedarse con el fin de garantizar el equilibrio entre vida personal y desarrollo profesional. Como líderes en este nuevo escenario tenemos que generar diferentes espacios, presenciales o virtuales, para seguir acompañando a los colegas y fomentar los valores corporativos de tal manera que traspasen la pantalla. Para que lo importante no se convierta en lo urgente hay que poner mucho foco en los objetivos a alcanzar y comunicarlos claramente.
Ser estratégico, simple y claro con el equipo son pilares fundamentales de una gestión exitosa. Es vital conocer a la gente para conectar y lograr transmitir los objetivos deseados.
–¿Qué elementos no pueden faltar para que una organización potencie su capacidad innovadora, de manera de afrontar el mundo competitivo actual?
–La clave para manejar una agenda innovadora dentro de la compañía es apuntar a crear equipos de trabajo diversos. Desde American Express, estamos comprometidos a que nuestros colegas sean tan diversos como los clientes y las comunidades donde vivimos y trabajamos. Valoramos y aceptamos las diferencias y, a su vez, creemos que las perspectivas, las distintas miradas y las experiencias únicas son fundamentales para nuestro éxito.
Para fomentar la innovación, me gusta alentar a los equipos a unirse y desafiar el statu quo, buscando soluciones distintas y no aceptar el “no se puede” como respuesta a un problema. Todos los colegas, sin importar su antigüedad, deben compartir sugerencias porque así es como evolucionan las mejores ideas, que pueden tener un impacto tangible en un mercado altamente dinámico y competitivo. Nuestro rol como líderes es motivar a los equipos a enfrentarse a nuevos desafíos.