El cubo Rubik tiene seis lados, cada uno de un color diferente. Está formado por 26 cubos pequeños. Cada lado del cubo tradicional consiste en nueve cuadrados organizados en una estructura de a tres. De los 54 cuadrados del cubo, 48 de ellos se mueven, los centros de cada lado son estáticos. Al principio ni él mismo estaba seguro de poder volver a armarlo. Luego descubrió que girándolos y moviéndolos en una determinada secuencia, de a unos pocos por vez, resolvía el acertijo.
Uno puede pasar horas y días moviendo los lados para atrás y para adelante y tal vez nunca resolverlo. Pero los expertos lo resuelven en menos de 10 segundos en 24 a 28 movimientos.
A fines del año pasado la CNN logró una entrevista con el esquivo y tímido creador y le preguntó por qué cree que su juguete que fue y sigue siendo pasión de multitudes. “Tal vez lo más característico del cubo sea la contradicción entre simplicidad y complejidad. Me gusta la simplicidad del cubo porque es una forma geométrica muy clara y me gusta la geometría porque es el estudio de cómo todo el universo está estructuradoâ€, contestó.
¿Y cómo funciona el mecanismo interno?
Por lo general la gente se sorprende de lo simple que es, pero también es muy difícil de explicar. Entonces, la mejor manera de descubrirlo es desarmarlo. A mí me llevó más de un mes de investigaciones, de enfrentar el problema, de tratar de entenderlo, de formular teorías, de testearlas. Yo me decía cosas como éstas: Tengo un lado y una vuelta tiene 90º, y si lo giro cuatro veces, vuelvo a donde estaba, y así. Uno va encontrando reglas y descubre la ley de la simetría, la ley de los movimientos.â€
El año próximo, 2014, el cubo mágico cumplirá 40 y lo celebrará con una gran exposición en el Liberty Science Center, el museo de ciencias de New Jersey, en Estados Unidos, que abrirá sus puertas en abril de 2014. La idea es pasear la exposición durante siete años entre los distintos museos de ciencia de todo el mundo. Rubik, actualmente de 67 años, sigue viviendo en su natal Budapest, Hungría.