Lujo es la posibilidad de disfrutar de algo que es innecesario o de algo que no es absolutamente necesario para nuestra supervivencia pero que igualmente nos da placer. Eso convierte a los libros impresos en último símbolo de status, a disposición de slos masas pero necesario solo para unos pocos.
Cada vez es menos necesario recurrir a los viejos libros de papel. Se puede bajar un libro al Kindle y llevar allí toda una biblioteca entera. Pero los viesjos libros son lindos, tienen tapas atractivas, permiten ir viendo el avance en la lectura, hacer anotaciones y hacer de esos objetos algo totalmente personal.
Hasta los expertos en el arte del lujo tienen dificultades en estos días para definir qué quiere decir el término. Hay quienes afirman que la libertad es un lujo. Dada la evolución en el entendimiento del lujo los libros califican como artículo suntuario. Sacar un libro en el subte, cuando todo el mundo hace scroll en las pantallas de sus teléfonos es declarar libertad y buen gusto. Los lectores de un libro impreso, especialmente los que convierten al libro en parte de su “look” están señalando que no son esclavos de la eficiencia, conveniencia, costo y que valoran la artesanía. Si bien los libros no son hechos por artesanos, tienen hoy todos los detalles del lujo porque leemos esos textos no solamente por su sustancia sino para apreciarlos en su forma.