Para millones de niños en todo el mundo, el retorno a la escuela ha sido estrictamente virtual. Muchos creen que los niños figuran entre los grupos más afectados por el cierre de las actividades ordenado por los gobiernos.
Una prolongada ausencia escolar va a provocar vacíos de aprendizaje y pérdida de la también valiosa interacción social con sus compañeros. Como ya se habrán dado cuenta muchos padres, el aprendizaje online no es un fácil sustituto del aprendizaje presencial. Los que corren más riesgos son los niños de familias pobres.
La reapertura de las escuelas es una de las decisiones más difíciles que tienen hoy por delante los gobiernos. Un estudio poblacional reciente realizado en Islandia (país que mantuvo abiertas las escuelas primarias durante toda esta crisis) revela que los niños menores de 10 años tienen menor incidencia de infección que los adolescentes y adultos. Muchos estudios muestran altas tasas de infección en escuelas secundarias, como el del Instituto Pasteur que informa sobre un brote serio en colegio en un pueblo al este de París.
En este tema no hay una respuesta única que sirva para todos los casos. Los políticos deberán tener en cuenta una serie de factores, como por ejemplo, la etapa en que se encuentran en la pandemia. Están también las consideraciones culturales. Las sociedades donde las familias albergan varias generaciones (donde conviven abuelos con nietos) deberán tener más cuidado. Hay algunas teorías que dicen que ese podría haber sido uno de los factores que agravó la tasa de mortalidad en Italia.
Otro factor importante es el nivel de la infraestructura de testeo. Dinamarca, que hace diez días se convirtió en el primer país europeo en reabrir las escuelas primarias, prometió testear a todos los que muestran síntomas de virus. A las escuelas dinamarquesas se les permitió decidir por sí solas cómo hacer cumplir el requisito principal, que es mantener la distancia entre los niños. En muchos casos, las clases debieron partirse en dos grupos para poder distanciar a los alumnos.
En países donde todavía no se hace el testeo en gran escala los políticos tendrán que considerar en reabrir las escuelas parcialmente para proteger a alumnos y personal.