El estudio, que reseña esta semana Tendencias 21, identifica nueve comportamientos que expresan el núcleo oscuro de la personalidad: el deseo de anteponer los intereses propios a los de los demás.
El grupo de estudio estuvo integrado por científicos daneses y alemanes que dicen haber identificado el origen común de la maldad humana y lo llaman el “factor oscuro de la personalidad” o “Factor D”. Según esta investigación, el “Factor D” es la tendencia general a anteponer a cualquier costo el interés individual sin importar el daño que esa conducta pueda tener sobre los demás.
Todos los rasgos oscuros de la personalidad se explican por esta tendencia psicológica a poner los intereses personales por encima de cualquier otro interés, ya sea de otra persona o de la comunidad, explican los investigadores. Esta tendencia se expresa incluso cuando se disfruta haciendo daño a los demás. Una serie de creencias sirven como justificaciones que evitan los sentimientos de culpa, vergüenza o similares, en las personas que actúan de esta manera Esta investigación distingue nueve rasgos oscuros: egoísmo, maquiavelismo, desconexión moral, narcisismo, derecho psicológico, psicopatía, sadismo, interés propio y rencor.
Al egoísmo lo definen como la preocupación excesiva por el beneficio propio a expensas de los demás y de la comunidad.
Maquiavelismo es una actitud manipuladora e insensible hacia los demás, acompañada de la convicción de que el fin justifica los medios.
La desconexión moral es definida por los investigadores como un estilo de procesamiento cognitivo que permite comportarse de manera amoral sin sentir remordimiento alguno por ello.
El narcisismo, cuarto rasgo, se define como una auto-admiración excesiva, acompañada de un sentimiento de superioridad y de una necesidad extrema de atraer constantemente la atención de los demás.
La creencia persistente de que uno es mejor que los demás y que por lo tanto merece ser tratado mejor, es el quinto rasgo oscuro de la personalidad y se llama derecho psicológico.
La psicopatía, sexto rasgo, se define como la falta de empatía y autocontrol, a lo que se le agrega un comportamiento impulsivo.
El sadismo es el séptimo rasgo y se define como el deseo de infligir daño mental o físico a otros por placer.
El interés propio (entendido como el deseo de promover y destacar el propio estatus social) y
el rencor, definido como destructividad y disposición a causar daño a otros, incluso si uno corre el riesgo de infligirse daño a sí mismo, son respectivamente el octavo y noveno rasgos oscuros de la personalidad establecidos en esta investigación.
Extractado de Tendencias 21