Es más, tienen la posibilidad de lucir senos más grandes si así lo desean. Hasta ahora esa posibilidad era aprovechada en la gran mayoría de los casos. Sin embargo, de unos meses a esta parte, crece el número de mujeres que, habiendo sufrido una cirugía mayor no desean saber nada de otra cirugía, aunque sea estética.
Porque ocurre que la reconstrucción de los senos no es un asunto sencillo, tiene muchos pasos y es un largo proceso, explica Deanna J. Atta, cirujana de senos y ex presidenta de la American society of Breast Surgeons. Algunas mujeres, dice, siente que es demasiado, que ya han tenido suficiente con el quirófano.
Esta rebelión, que viene ayudada por una nueva apertura de la sociedad a la aceptación de mujeres sin pechos, implica un desarrollo físico y emocional que hace falta para enfrentar la vida con otro aspecto.
Con la idea de que “el busto no es lo que nos hace mujeres”, ha nacido el movimiento ” go flat”, que cuestiona las premisas tradicionales sobre femineidad y lo que significa recuperarse de una cáncer de mama. Durante años, los médicos han sostenido la idea de que la restauración de los pechos es una parte indisolublemente ligada al t ratamiento oncológico.
Si bien no se sabe exactamente el número de mujeres que rechazan la reconstrucción, un estudio realizado en 2011 concluye que 63% de las mujeres estadounidenses que eran candidatas al procedimiento adoptaron por hacerlo.